Según las tendencias actuales de consumo de alimentos, un 45% de los españoles consumen sushi, al menos, una vez al mes. A menudo consideramos el sushi un alimento saludable ya que al fin y al cabo cuenta con ingredientes como frutas, hortalizas, algas y su componente estrella: el pescado azul.
Para darle forma, muchas veces se utiliza alga nori, que contiene una elevada concentración de proteínas, que pueden representar hasta el 44% de la materia seca.
Sin embargo, un artículo escrito por la profesora de Nutrición y Bromatología en la Universitat de Lleida, Isabel Odriozola Serrano, en ‘The Conversation’ recoge alguno de los puntos negativos de este alimento.
El sushi nos proporciona muy poca cantidad de los alimentos mencionados anteriormente y su componente principal es el arroz blanco perlado, al que se le ha quitado la mayor parte de su fibra, vitaminas y minerales. Además, se suele preparar con azúcar, por lo que su ingesta podría suponer un alto consumo de azúcares fácilmente asimilables.
Por otra parte, los condimentos que suelen aderezar las piezas de sushi como puede ser la salsa de soja, es muy rica en sal. Esto supone entre un 27,3 y un 50,7% de la cantidad máxima diaria recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Además, muchos tipos de sushi se preparan con salsas que presentan un alto contenido en grasas, como las mayonesas picantes. Otros, se rebozan con masas de tempura que se fríen, por lo que su valor energético es considerable.
El sushi a menudo se considera un producto potencialmente peligroso, al usar pescados y mariscos crudos. Estos son susceptibles de albergar parásitos, bacterias y metales pesados.
La enfermedad más común asociada al consumo de sushi es la anisakiasis, una enfermedad que se desencadena cuando ingerimos larvas vivas de anisakis. Se trata de un parásito que puede provocar alteraciones digestivas y reacciones alérgicas. En ocasiones, graves.
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), la mejor manera de prevenirla es congelando el pescado durante 5 días a -20 ºC. Si el frigorífico no alcanza esa temperatura, se debe comprar pescado ya congelado.
La contaminación por bacterias patógenas, como Salmonella o Listeria monocytogenes, es otro peligro asociado al sushi. La causa es la falta de tratamiento térmico de los pescados y mariscos.
Por otra parte, hay algunos estudios que demuestran que parte del pescado que utilizamos para la preparación de sushi tiene un exceso de mercurio. Sin embargo, solamente los grupos de población más vulnerables, como las mujeres embarazadas y niños, deberían restringir su consumo.