El malvertising surge de las palabras malicius advertising, que se traduce por publicidad maliciosa.
Su objetivo es infectar nuestros dispositivos con malware en los mensajes de publicidad de otras páginas web.
El ciberdelincuente busca fallos de seguridad en los plugins del navegador, que solemos utilizar en cualquier otro tipo de software instalado en nuestro equipo, que este desactualizado.
En el caso de los usuarios domésticos, una infección puede conllevar la pérdida de información relativamente poco importante que se puede reemplazar fácilmente, o bien, generar pérdida de información que ofrece al cibercriminal acceso a la cuenta bancaria del usuario.
En una red corporativa, un virus troyano que envía spam puede generar un leve aumento del tráfico de comunicación, en tanto que otros tipos de infección pueden causar el colapso total de la red corporativa o la pérdida de datos críticos de la empresa.
Para evitar que el malvertising entre en nuestros dispositivos debemos mantener nuestros sistemas actualizados. Es importante instalar y habilitar únicamente los complementos necesarios para nuestro día a día.
Además, debemos leer los permisos solicitados por los complementos o plugins previos a su instalación y tener siempre la última versión de nuestro navegador.
Otra de las partes cruciales es actualizar nuestro antivirus, antimalware y antispyware. Habilitar la función ‘click to play’ de tu navegador también te resultará útil para evitarlo.