La ausencia de una cobertura sanitaria completa en Estados Unidos provoca que los gastos hospitalarios ocasionados por la pandemia de coronavirus corran a cargo de los pacientes que ingresan en los hospitales por COVID-19.
Durante 10 meses, The New York Times ha hecho un seguimiento de los elevados costes de las pruebas y el tratamiento del coronavirus a través de una base de datos de crowdsourcing que incluye más de 800 facturas médicas enviadas por los lectores.
"La gente cree que existe algún programa de alivio para las facturas médicas de los pacientes con coronavirus", dice Jennifer Miller, una psicóloga cerca de Milwaukee que está trabajando con un abogado para impugnar los miles de dólares de deudas pendientes de dos visitas a la sala de emergencias el año pasado. "Simplemente no existe".
El medio estadounidense ha calculado que cada ciudadano estadounidense que haya tenido que ser hospitalizado por COVID tendrá que pagar de media más de 23.000 dólares (casi 18.900 euros).
"El gobierno está centrado en sacar la vacuna, pero no parece que haya nadie que piense más en las repercusiones a largo plazo en las personas que experimentan los costes inusualmente altos de Covid", dijo Nancy-Ann DeParle, ex asesora de política sanitaria de la administración Obama y copresidenta de la Alianza para la Recuperación de Pacientes de Covid, una nueva organización sin ánimo de lucro que planea estudiar la cuestión.
Mientras tanto, en España, cada paciente ingresado por Covid-19 cuesta 18.692,33 euros a la sanidad pública. Así se muestra en los resultados del estudio, a partir de los datos recogidos en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves (Granada), que ha elaborado el director económico del centro hospitalario, José Luis Navarro.
Un cálculo que se ha hecho "a partir de las estancias generadas por cada paciente, tanto en hospitalización como en UCI", ha aclarado. En lo referente al gasto total por Covid del centro, este ha ascendido hasta los 48,9 millones de euros durante el 1 de marzo y 31 de diciembre de 2020. Este coste sin incluir los incrementales derivados del virus, es decir, teniendo en cuenta tan solo los gastos de la asistencia.