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Piden 17 años de cárcel para un cura por presuntamente abusar de una menor

Parroquia de San Idelfonso / Google Maps

La Fiscalía

El juicio se celebrará en la Audiencia Provincial de Toledo a finales de junio. El acusado fue su director espiritual

Redacción La Voz del Tajo | Jueves 20 de mayo de 2021

La Audiencia Provincial de Toledo juzga a partir del 29 de junio a un sacerdote de Talavera de la Reina -J.C.S.F.- que se enfrenta a una pena de 17 años de prisión, por petición del fiscal, por la presunta agresión sexual continuada de una menor en su despacho parroquial durante varios años en los que fue su director espiritual.

El cura está acusado de un delito continuado de agresiones sexuales y de otro contra la integridad moral. La acusación particular que ejerce la víctima eleva su petición de condena a 22 años de prisión.

Los hechos se remontan a 2011, cuando la víctima, de 15 años, vivía una situación de "angustia y confusión" derivada de la crisis matrimonial de sus padres, motivo por el que le designaron al acusado como director espiritual, llegando a convertirse en una "persona de referencia" para ella.

Además de la pena de prisión, la Fiscalía quiere que se inhabilite al acusado para cualquier profesión u oficio que conlleve el contacto regular con menores, que se le someta a libertad vigilada durante 10 años y que se le prohíba durante 20 años comunicarse con la víctima.

"Es concluyente que el abuso y agresiones a que fue sometida (...), han hecho que (la víctima) sufra un calvario", indica el escrito de la acusación.

Pese a ello, la joven "ha intentado continuar con su carrera de medicina" con el objetivo de "dedicar su vida y vocación a la psiquiatría" para ayudar a otros menores que hayan vivido "situaciones parecidas a las que desgraciadamente ella tuvo que vivir".

EXORCISMO

Los hechos denunciados ocurrieron entre 2010 y 2014, tal y como informó La Voz del Tajo. El párroco procesado, comenzó, según la joven, a citar a la víctima en la iglesia de San Ildefonso para abusar de ella, diciendo que era lo que “Dios quería”. El acusado era director espiritual del colegio Hijas de María Nuestra Señora en la Ciudad de la Cerámica, donde estudiaba la niña.

Después de denunciar los hechos ante la justicia, en octubre de 2017, la supuesta víctima escribió una carta al papa Francisco y otra al cardenal Luis Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y adjuntó una copia de la querella.

A comienzos de 2018 el arzobispado de Toledo abrió un proceso canónico contra el sacerdote, le prohibió oficiar misa pública y lo trasladó, como medida cautelar, al Convento de Santiago Apóstol de Toledo como capellán.

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, fue el día en el que la chica declaró en el Juzgado de Instrucción Número 4 de Talavera. Allí narró cómo se habrían producido los hechos, indicando que conoció al párroco en el Camino de Santiago y que iba al despacho parroquial a hacer tratamiento espiritual porque estaba pasando unos duros momentos por la separación de sus padres.

La denunciante comenzó a sufrir problemas de anorexia y a tener tendencias suicidas desde el mismo año que comenzaron los supuestos abusos.

La joven también relató cómo su madre, tras uno de los ingresos hospitalarios, la llevó a la casa particular de Galán para que, junto con otro sacerdote, le hicieran un exorcismo. "Mi madre y José Luis me dijeron que tenía un demonio dentro y que por eso estaba enferma".

En la instrucción del caso, por la que han pasado ya tres fiscales, la madre de la supuesta víctima declaró contra ella y dijo que tanto los abusos como los intentos de suicidio eran una "venganza" por celos. No obstante, reconocíó que la llevó para que el acusado y otro sacerdote le practicasen un exorcismo. Durante la segunda sesión, en la que la joven se encontraba sola junto con el sacerdote, la joven relató que Galán intentó violarla, se defendió y este le pegó con un cinturón.

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