Vanesa Molina es una bombera forestal de la brigada Sevilleja de la Jara (Toledo) para la empresa pública GEACAM, dependiente de la Consejería de Desarrollo Sostenible. Su labor va más allá de la extinción de incendios.
Los bomberos forestales, gracias a su implantación en el medio rural han sido vitales en las dos últimas grandes emergencias de este país: la pandemia por el Covid-19 y la borrasca Filomena.
EL FUEGO. En una entrevista para el blog ‘Con tal de viajar’, Vanesa explica en qué consiste el trabajo de un bombero forestal: “además de apagar incendios forestales, en invierno gestionamos esas masas forestales para que en verano sean menos propensas a sufrir incendios y en el caso de que los haya sea mucho más fácil para nosotros poder controlarlo”.
TRABAJO Y FORMACIÓN. También narra cómo es su día a día y el de sus compañeros en Sevilleja: organización, rutinas, formación… “El día que se canta un humo, comienzas a prepararte (sin saber si te tocará ir o no). Metes en los vehículos agua, comida y tu EPI (Equipo de Protección Individual). En ese momento y con todo preparado, manchas al incendio. El tiempo en estar preparados pueden ser 3 minutos más o menos”, comenta a ‘Con tal de viajar’.
SOCIEDAD. Vanesa, natural de Madrid, tiene clara su vocación y la labor que desempeña para la sociedad: “es un trabajo en el puedo echar una mano a la sociedad y cuidar del monte para nuestras generaciones futuras”.
EL PELIGRO. En esta interesante entrevista, Vanesa lanza un mensaje a la gente para “concienciar” de la “importancia de cuidar el medio ambiente”, mientras cuenta los “miedos” vividos en sus años de trabajo contra el fuego. “Sin duda, los peores momentos al servicio de los bomberos forestales es cada vez que cae un compañero tanto aquí como en cualquier parte del mundo”.