Este asunto llamó la atención de toda la prensa nacional y periódicos y programas radiofónicos pusieron su acento sobre el suceso. En un medio importante como Diario 16 el asunto fue tratado de la siguiente manera.
Bajo el titular de “Patadas en todo el cuerpo” y la firma de Luis Pintor se recogía lo siguiente: “Sebastián Damín Rendón, colegiado andaluz de 34 años, casado y con cuatro hijos, está fuera de peligro tras la agresión masiva de espectadores que sufrió el domingo en Talavera. Es el balance más positivo que cabe encontrar a los acontecimientos que culminaron en el encuentro Talavera-Atlético Madrileño”.
DISIENTE EL COLEGIADO
Las palabras del colegiado disienten en todos los términos de su primera versión: “Cuando el Talavera marcó el gol, los recogepelotas del campo desaparecieron; en cada balón que salía fuera los espectadores retrasaban la devolución e incluso, sacaban otro al terreno de juego para obligar, luego, a su cambio. Lo señalé varias veces al delegado de campo y hubo una lesión que interrumpió el encuentro. Cuando el Atlético Madrileño marcó el empate faltaba, según mi cronómetro, todavía un minuto”.
Respecto a sus lesiones indica que “recibió muchos golpes, cayó al suelo y le dieron patadas en la cara, cráneo, hígado… y en todo el cuerpo”. Perdió el conocimiento y llegó al vestuario en camilla: “allí recuperé el sentido por eso no tuve tiempo de sentir pánico”. Trasladado al hospital, le fueron realizadas varias radiografías, sin apreciación de lesiones óseas y él mismo firmó el alta voluntaria. “Graves problemas familiares hacían precisa mi llegada a cas la misma noche del domingo”.
También contra los linieres y jugadores
Las iras de los espectadores no se dirigieron solo hacia el colegiado. Los dos auxiliares fueron agredidos. Uno perdió el conocimiento y el otro tuvo más fortuna por la protección de varios jugadores madrileños. El delegado del Atlético, Paco Valderas, fue golpeado en su foso por un hincha y dos jugadores, Rossi y Benito, sufrieron diversos golpes. El portero suplente del Talavera, Martín, evitó males mayores al proteger decididamente a Valderas, mientras el titular, Del Moral, auxilió al colegiado agredido.
El suceso adquirió tintes de histeria colectiva en los cientos de personas -mujeres también- que invadieron el campo, y hasta en los vestuarios. Cuando los jugadores visitantes llegaron a su caseta comprobaron que faltaban dos: Rossi y el meta. Su primera reacción fue salir todos de nuevo a ayudarlos. Rossi llegó poco después transportado en volandas por un grupo de directivos, y el segundo no sufrió ningún daño.
Las declaraciones del delegado federativo que asistió al encuentro, Pedro Sánchez, indican que los espectadores que compartían su posición comentaban pocos minutos antes del final que “el arbitraje era aceptable, incluso en el penalti señalado contra el Talavera” y que “desde luego hubo interrupciones y pérdida de tiempo”.
Respecto al gol que originó el escándalo por señalar el colegiado presunto libre indirecto y ejecutar Rubio directamente el castigo, Francisco Valderas confirma que el árbitro señaló lanzamiento directo. “los jugadores vinieron hasta el foso para preguntar al entrenador quién debía ejecutarlo”.
Continuará el miércoles día 7...