En la madrugada del sábado al domingo, el Bar Félix, ubicado en la pleno barrio de Diego Pérez, en la confluencia de José Bárcenas y Alvarado, los amigos de lo ajeno realizaban una visita por sorpresa que ha dejado el establecimiento hecho un desguace.
La situación, cuando los propietarios del local accedieron a él, a primeras horas de la mañana de este domingo, se encontraron con una situación caótica: máquinas destrozadas (la del tabaco y la tragaperras), las estanterías vacías de licores caros, la cámara frigorífica sin nada que llevarse a la boca, el dinero suelto de la registradora, además de apropiarse de recibos de lotería nacional, primitiva y bonoloto. Y, por supuesto, uno de los dos televisores grandes del local y la alarma totalmente destrozada. Paradójicamente, este local dispone de rejas de hierro y las puertas están cerradas con gruesos candados que los delincuentes han sesgado con una cizalla, lo que ofrece claros síntomas de estar perfectamente provistos de los materiales necesarios para la tropelía. Es más, para acceder al local no rompieron cristal alguno, sino que reventaron los dos bombines de la puerta. La valoración de los propietarios es cuantiosa a tenor del botín de los ladrones, puesto que por ejemplo la máquina de tabaco estaba repleta y la cámara frigorífica recién rellenada con jamones, quesos, lomos y chorizos. Nada más llamar se personó la Policía que realizó las funciones típicas de inspección ocular y toma de algunas huellas, aunque al parecer iban provistos de guantes. Todo hace indicar que puede tratarse de una banda organizada, bien de Talavera o de fuera, por lo que llegando estas fechas los propietarios de locales deberán tomar las precauciones debidas ya que hace años otras de similares características realizaron actuaciones de este estilo en locales de la ciudad.