El que fuera entrenador del Talavera CF y el CD Toledo Marcial García Arroyo fallecía este sábado a los 91 años de edad. Nacido en la capital regional en 1930, siempre será recordado como uno de los mayores promotores del deporte en toda Castilla-La Mancha y más concretamente en la Ciudad de la Cerámica, donde vivió gran parte de su vida.
Como futbolista fue jugador del Alcázar y Toledo, pero su trayectoria deportiva siempre estuvo ligada a los banquillos, donde llegó a ser el entrenador nacional más joven de España, preparando al Logroñés con 29 años. Después sería el ‘míster’ en equipos como el Compostela, Cultural Leonesa, Caudal de Mieres, Real Unión de Irún, Arandina, Real Avila, Alavés, Salmantino, Béjar, Almería, Plasencia o Toledo (temporada 1982/83).
Al Talavera llegó en el año 1977/78. En aquella temporada el Talavera estaba en el grupo IV de Tercera división y en diciembre iba 5º con el Albacete líder, seguido de Zamora, Carabanchel y Manchego... Subió el Zamora a Segunda B y Marcial dejó de ser el entrenador para que llegara Briones.
Una de las facetas quizá más desconocidas de Marcial García Arroyo es que, en su etapa de entrenador descubrió a jugadores como el internacional Carrete (que luego sería también entrenador el Talavera) en el Salmantino, a Isidro, el que fuera jugador del Real Madrid, así como dirigió a jugadores como Irureta o López Ufarte, además de al internacional talaverano Miguel Angel Iglesias, entre otros.
Marcial también visitó en muchas ocasiones, durante más de una década, Colombia impartiendo cursos y conferencias, y entre los años 1973 y 1975 fue Director de la Escuela de Entrenadores colombiana becado por el D.N.D., así como ocupó el puesto también de Director de Escuela de Entrenadores de Talavera, dentro de la subdelegación de Toledo. También se le recuerda con mucho cariño por ser el gerente de su propio gimnasio en la calle Gaspar Duque de Guzmán en la Ciudad de la Cerámica, uno de los pioneros en su época, el Gimnasio Alcázar.
A nuestro compañero Pepe Seguido le confesó más de una anécdota de su larga carrera deportiva. Una, quizás muy peculiar, fue jugando frente al Deportivo Manchego. El jugador Cortés le lesionó, una lesión muy grave, con rotura de tibia y peroné. Estuvo un año de baja y como Cortés no lo había hecho con mala intención, empezó a visitar a Marcial en su convalecencia. En estas visitas conoció a la hermana de éste y más tarde ambos se casaron. García Arroyo también recordaba, por ejemplo, en su etapa en el Logroñés cómo cobraban 40.000 pesetas de ficha y 5.000 pesetas de sueldo.
Como homenaje les ofrecemos una entrevista concedida a nuestro periódico en el año 1977 del que destacamos la última pregunta, como curiosidad, de ese encuentro: “¿Es partidario de multar a los jugadores cando no rinden lo debido, cuando no se comportan como profesionales que son? Me duele muchísimo sancionar económicamente al jugador, porque para eso juega al fútbol, para ganar una peseta, pero es el único medio de que las disciplinas se conserven intactas. Ahora bien, hay jugadores que el banquillo les duele más que una sanción económica”. Genio y figura.
Desde La Voz del Tajo nos unimos al dolor de su familia en este momento tan complicado por la partida de un gran amigo de esta casa, comentarista deportivo en La Voz del Tajo a finales de los años 80, cuyo funeral se oficia a las 11 de la mañana de este domingo 21 de marzo. Descanse en paz.