Con un lleno total en el auditorio municipal de Camarena, Gregorio García Alonso, el fundador hace 30 años de la Banda de Música Blas de Prado de Camarena recibe el cariño de sus vecinos
David Martínez | Miércoles 23 de abril de 2014
Gregorio García Alonso, músico y albañil de vocación y profesión, nacido en una familia humilde en la localidad toledana de Camarena el 24 de febrero de 1938, recibió hace unos días un cariñoso y cálido homenaje, al que no faltó casi nadie, para agradecerle su intensa y generosa labor como fundador y director de la Banda de Música Blas de Prado de Camarena, hace ahora 30 años.
En esta ocasión, los músicos que interpretaron las piezas en el concierto llevado a cabo en el Auditorio Municipal de Camarena, eran médicos, mecánicos, fisioterapeutas, amas de casa, maestros, ingenieros, albañiles… Todos ellos niños en un tiempo no muy lejano en Camarena, que durante años formaron parte en su niñez y juventud de la Banda de Música Blas de Prado, que tantas alegrías ha dado a esta localidad toledana, siendo el germen de la actual Asociación Musical Municipal de Camarena Emilio Cebrián.
Gregorio García Alonso recibió con la misma generosidad que durante tantos años él enseñó a esos niños -hoy adultos-, en las habitaciones de su casa solfeo (algunos de ellos saltando de sofá en sofá), un regalo de todos sus alumnos, casi un centenar. Un cuadro con unas fotografías tomadas a lo largo de 30 años, y que son la esencia de lo que él llamaba con mucho cariño su “bandita”.
El acto, al que acudieron cerca de 500 personas –muchos de ellos de distintos puntos de España– y que congregó a la práctica totalidad de sus alumnos a lo largo de tres décadas, ha contado con la colaboración de la Asociación Musical Emilio Cebrián y con el Ayuntamiento de Camarena, quien además le mostró su respeto y cariño haciéndole entrega de una Placa de manos del alcalde de Camarena, Bonifacio Segovia.
Durante el homenaje también se recordó a aquellos músicos locales, entre ellos Ángel, Alejandro, Teófilo, Urbano y Pablo,-algunos de ellos ya fallecidos- quienes con el mismo empeño de Gregorio y siempre como colaboradores inseparables del alma mater de este proyecto, enseñaron a toda esta generación de músicos camareneros a tocar los distintos instrumentos con los que hace tres décadas comenzó a sonar la Asociación Musical Blas de Prado.
Noticias relacionadas