La Federación de las Asociaciones Científico Médicas Españolas correspondientes a las especialidades médicas reconocidas en España (Facme) ya recordó el pasado mes de diciembre que los cribados poblacionales masivos no están recomendados salvo en brotes localizados con una gran incidencia, ya que la menor sensibilidad y el valor predictivo de la prueba podría dar lugar a un aumento de la tasa de falsos positivos.
Según comunicó en nota de prensa, no se ha realizado ningún estudio que demuestre la utilidad de este tipo de medidas, por lo que cualquier actuación debería venir precedida de la correspondiente validación.
“De hecho, los resultados preliminares de las validaciones en marcha sugieren una importante pérdida de sensibilidad en pacientes asintomáticos sin contacto conocido”, indicó la asociación, recordando que los test tienen falsos positivos y falsos negativos, “y por ello es necesaria su indicación e interpretación en función de las características clínicas del paciente, de la toma de la muestra y la situación epidemiológica”.
Así, consideraban que un resultado negativo de una prueba de antígenos no excluye el desarrollo de enfermedad o la posibilidad de contagiar “y no es buena idea relajar las medidas de distanciamiento social basándose en una prueba negativa que genera una falsa seguridad”.
Por todo ello, Facme ha pedido al Gobierno de España y a los de comunidades autónomas “que aseguren las medidas contrastadas para controlar la pandemia, que se revisen los protocolos siguiendo las recomendaciones científicas, que se unifiquen las líneas maestras de actuación en las diferentes comunidades y centros sanitarios aunque precisen adaptaciones operativas locales y que se asegure la colaboración entre equipos de rastreo y asistenciales”.