OPINIÓN

¿Cientoypico?

Escritos en familia

Mª Elena Paniagua | Lunes 18 de enero de 2021

No, no crean que es un ticket de la compra con el IVA de las bebidas incrementado al 21%, tampoco es el recibo de luz, también con el 21%, qué casualidad, aunque poco le falte ¿qué creen que puede ser?

Tampoco es una reunión de amigos, ninguna boda ni bautizo ni comunión… ¡no se puede! Según las medidas de seguridad del Ministerio, Consejerías y demás administraciones competentes en dicha materia.

Entonces ¿qué es ese número? se lo cuento, serán los alumnos que en estos días o en los venideros entrarán en un aula para realizar un examen. SÍ, LOS ALUMNOS DE LAS UNIVERSIDADES DE NUESTRO PAÍS.

¿Estamos locos o no? Yo creo que sí, pero atiendan que yo le he encontrado una explicación lógica a ésta ilógica situación.

Sabemos que las universidades de alguna manera son entidades autónomas, es decir, se administran ellas solitas. Esto es que, si administran sus cuartos y lo gastan en lo que quieren, se ve que también deciden en otros aspectos como puede ser éste.

Muy a pesar de los delegados de los alumnos (que no sabemos para qué sirven, porque ahora bien que han currado y no les han hecho ni caso) pues eso, que los delegados han hablado con sus compañeros y se niegan a realizar exámenes presenciales.

El ministro Illa, diciendo que no se reúnan más de seis, que no se junten de dos o tres unidades familiares diferentes, que la gente joven tal, que en sitios cerrados pascual… pues ahora llega el momento de los exámenes y los ponen PRESENCIALES con dos pares de calcetines (para el frío).

Me gustaría que algún rector o rectora, vicerrector o vicerrectora, decano o decana, vicedecano o vicedecana me explicara en base a qué pueden meter en una clase a “cientoypico” alumnos de “cientoypico” unidades familiares diferentes, sin que exista peligro alguno de contagio, que no sé yo, igual se me escapa algo y no me he enterado, probablemente piensan hacerles los test, según entran a clase, pero tengo la ligera sensación que esto no va a ser bueno.

Que digo yo, que el ministro de universidades, que por cierto no sé para qué sirve, podría aportar su sabia opinión y decir algo al respecto. O, no sé, alguna Consejería de Sanidad de alguna Comunidad Autónoma, que todas están poniendo el grito en el cielo de cómo el virus se va extendiendo y tal, pero se ve que este tema no le interesa a nadie, bueno –como siempre– a los padres de los alumnos, como no podía ser de otra forma.

Luego... que si los jóvenes hacen fiestas, que si los botellones, que si los bares y restaurantes… pues no, la culpa de la cuarta ola va a ser de los exámenes universitarios y, por supuesto, los responsables serán los profesores/rectores/decanos y sus correspondientes tías del pueblo, a las cuales no conozco y tampoco me hace falta, pero escucho la indignación de mis hijos y me hierve la sangre con todo esto.

Y nos llevaremos las manos a la cabeza, y lo habremos visto venir, como lo sucedido en Navidad, pero siguen adelante y después todos estos chicos regresarán a sus casas de vacaciones, ¿se imaginan la locura que puede ser? Prefiero no pensarlo.

Pongamos un poco de cordura en todo este asunto y escuchen ustedes a los delegados, que para eso existen, una figura que representa a los alumnos y que se han molestado mucho en preguntar con sus compañeros y luego van y no les hacen caso.

PD: Creo incluso que en alguna universidad los profesores no piensan ni estar presentes en las clases con los alumnos ¡de juzgado de guardia!

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