El presiente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha asegurado este miércoles que el acuerdo sobre las restricciones derivadas del coronavirus entre el Gobierno central y la Comunidad de Madrid es "bueno" para las partes. "Estamos básicamente de acuerdo con lo que han acordado", ha añadido.
En una entrevista en Onda Cero, recogida por Europa Press, García-Page ha indicado que, independientemente del "ruido" que hay en España, la gestión cotidiana funciona "infinitamente mejor" de lo que pudiera parecer. "Al final, las direcciones generales de Salud Pública de todas las consejerías y el Ministerio mantenemos una coordinación que funciona", ha apuntado.
No obstante, ha reconocido que cuando hay que tomar decisiones que van más allá de la "estricta salud pública" y que implican a cuestiones como la movilidad o la economía, se "mezclan" interpretaciones. "Pero creo que cuanta más homogeneidad tengamos en los criterios en España, mejor".
"Lo bueno del acuerdo es que el ciudadano de Madrid estaba sometido a un ruido que le impedía ver qué es lo que hay que hacer y el ruido político tampoco podía ayudar a solucionar el virus", ha argumentado el presidente castellanomanchego.
Respecto a la propuesta del ministro de Sanidad, Salvador Illa, de limitar la movilidad en todos los municipios de más de 100.000 habitantes donde haya más de 500 casos de Covid, la positividad de PCR sea superior al 10 por ciento y el índice de ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos sea superior al 35%, García-Page ha indicado que "no es reclusión" y que ésta no se plantea porque aunque "se ha impuesto" una sensación de que va todo peor, "no tiene nada que ver con la situación que nos planteamos cuando nos calló la tormenta encima y lo cierto y verdad es que ahora me preocuparía que la administración no estuviera rastreando".
"¿Qué encontramos muchos más casos?, claro. Hay una forma muy evidente de dar cifras nuevas, que es no moverse. Si uno no va al baile consigue que no le pisen, pero nos están pisando y tenemos críticas porque las decisiones son incómodas porque se está trabajando. Es lo que hay que hacer", ha concluido.