Pasadas las once de la noche de este martes 22 de septiembre, una niña de corta edad quedaba encerrada en las dependencias del cajero automático de una entidad bancaria en el centro de Talavera de la Reina sin que se conozcan la causas, aunque lo más probable es que entrara jugando y la puerta se cerró tras ella.
La pequeña se quedó atrapada en el habitáculo de entrada al banco sin posibilidad de salir, con gran preocupación para sus padres, por lo que los viandantes de la zona dieron aviso para requerir los servicios de la Policía Local y los Bomberos que intentaron por todos los medios abrir la puerta sin lograrlo hasta pasada más de media hora.
Lo sorprendente de la situación es que, por parte de las personas que se acercaron hasta el lugar, se intentó localizar –sin éxito– a algún responsable de la entidad para que abriera la puerta que había quedado bloqueada.
Y si entramos en lo curioso del hecho podemos plantearnos qué hubiera ocurrido si, en lugar de la inocente niña encerrada, hubieran sido los amigos de lo ajeno quienes hubieran accedido a la zona del cajero. ¿Habría existido una llamada automática de alerta?