OPINIÓN

OPINIÓN | ‘Spanish Revolution’ y la okupación

Raúl Diaz | Domingo 20 de septiembre de 2020
Estaba viendo el otro día un vídeo (o video) de ‘Spanish Revolution’, un grupo personas que han ‘venido libre y voluntariamente después de la manifestación del 15 de mayo de 2011’ y que decidieron reunirse ‘para seguir reivindicando la dignidad y la conciencia política y social.

De corte claramente izquierdista neorradical, realizan montajes visuales dignos de una cadena nacional (la estética también cuenta). También tienen voces (grabadas en estudio, por la nitidez de sus locuciones) que locutan con una profesionalidad intachable.

El vídeo en cuestión tenía relación con un asunto que hoy por hoy se agita por la indefensión que genera en algunos casos. Con su labor pedagógica, ‘Spanish Revolution’ intentaba explicar las diferencias entre ‘okupación’ y ‘allanamiento de morada’. Figuras jurídicas bien distintas, es cierto, pero que, hoy en día, están dentro del marasmo al que estamos acostumbrados en otros temas de calado social, como el feminismo y la falta de conocimiento de su definición, que no tiene nada que ver como una contraposición al machismo ni a que la mujer debe tener un estatus superior al hombre.

Pero volviendo al asunto que nos ocupa (dicho con cierta sorna), también se exponía en el citado vídeo que ‘tan solo’ un 0,34 % de las viviendas habían sido ‘okupadas’ en España del parque total, según datos de un informe del Banc (o Banco) de Sabadell. Según el Ministerio de Transportes (y resto de zarandajas que se le atribuyen) el número de ese parque asciende a cerca de 26 millones. De lo cual se deduce que tenemos casi 90.000 viviendas okupadas en España. Pero ese no es el problema. El meollo del asunto es que ese bestial número de viviendas que ‘Spanish Revolution’ intenta hacer pasar por nimio o residual supone un auténtico quebradero de cabeza para muchos propietarios y, cómo no, a muchos vecinos que han de convivir con los ‘okupantes’ de su mismo bloque. Sin entrar en el oscuro asunto de las mafias que se aprovechan de tanta y tanta gente que se ven en tan inquietante situación.

Y esto último, y no otra cuestión, es la mecha que ha hecho estallar la ‘alarma social’ que nos quieren ‘vender’ desde esa plataforma radical-izquierdista como avivada por los medios de comunicación. No, señores, no. El problema existe. E ignorarlo sólo echará más leña al fuego. La ‘okupación’ debería estar aprobada entre las partes, en primer lugar. En caso contrario, en mi opinión, no deja de ser un acto incívico, reprobable y punible. Que legislen sobre ello, ahora que mandan los más cercanos a ustedes.

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