Hace tan sólo unos pocos días que nuestra Territorial de Fútbol anunciaba a bombo y platillo, que la mutualidad de nuestros futbolistas sería un 10,5% más barata. Y así lo anunciaban desde la web con sede en la capital conquense: “la Mutualidad de Previsión Social de Futbolistas Españoles (MUPRESFE), a través de su delegación en Castilla-La Mancha, ha acordado reducir excepcionalmente las primas para la próxima temporada eu nn 10,5%”. Y continuaban en su exposición, “este acuerdo llega tras el Consejo de Administración de la Mutualidad, una decisión que supondrá un alivio para todo el colectivo de asegurados en estos tiempos tan complejos: futbolistas, técnicos, auxliares, árbitros, etc.”. Los argumentos aportados por la Federación que ahora preside Pablo Burillo Cabañero seguía en su erre que erre: “La reducción se basa en la estimación de una menor siniestralidad en la temporada que acaba de finalizar, aún cuando la atención de la Mutualidad se ha mantenido durante todo el estado de alarma”, manifestaban. Para mayor énfasis las causas de la reducción, “la Mutualidad adopta la medida para beneficiar a todos los colectivos indicados anteriormente, para una vuelta a la normalidad en las competiciones en previsión de como se realicen, aún con el conocimiento de que la próxima temporada deberá hacer frente a un aumento significativo del gasto por todo el material a utilizar debido a los protocolos sanitarios: batas, calzas, mascaraillas, desinfectantes, etc., para el trabajo diario, así como la inclusión de PCR en los preoperatorios que tuvieran que realizarse. Todo ello para preservar la salud de los mutualistas atendidos”, concluía. Pues bien, sólo hemos tenido que “navegar” por algunas territoriales para demostrar que nuestros jugadores, entrenadores, delegados, equipos y demás son los que más van a pagar de toda España. A modo de resumen urgente, aportamos las tarifas de los mutualistas en la Territorial de Extremadura, Madrid y Andaluza. Juzguen ustedes mismos, una vez efectuada la oportuna comparación. ¡Bien comenzamos, don Pablo!