REGIÓN

EDUCACIÓN | Comisiones pide explicaciones a la Junta

Que aquéllas sean concretas sobre la vuelta a los centros educativos en septiembre

Redacción La Voz del Tajo | Sábado 11 de julio de 2020

CCOO-Enseñanza no duda de la voluntad y del empeño del Gobierno de CLM en garantizar que los centros educativos de la región afrontarán el próximo curso escolar con plenas garantías para la salud de alumnados y plantillas; pero considera vagas, inconsistentes y poco tranquilizadoras las explicaciones ofrecidas esta semana por la consejera de Educación.

Los recursos anunciados -dos mascarillas al inicio del curso para cada alumno/a y a cada profesor/a y la realización de test todo el personal
docente y no docente- nos parecen absolutamente insuficientes; los etéreos compromisos respecto a ratios y refuerzos de personal carecen de concreción alguna; y rechazamos por completo la pretensión de trasladar a los equipos de dirección la responsabilidad de aplicar correctamente en sus centros las recomendaciones emitidas por los Ministerios de Educación y Sanidad y las Instrucciones “más específicas” que prepara la consejería.

Parece, además, que la única línea de trabajo de la consejería de Educación de CLM es la vuelta a las clases presenciales. Al menos, desconocemos que haya previsión ninguna sobre los otros dos posibles escenarios, el semipresencial o el únicamente online, que, sin embargo, no son descartables; y que, de vernos abocados a ellos, requerirán organización, planificación, programación, medidas, normas y recursos específicos. Todo menos improvisación.

Todos sabemos que el coronavirus sigue ahí, los rebrotes están exigiendo ya la vuelta al confinamiento de millones de personas en el mundo, cientos de miles en diversas comarcas y ciudades de nuestro país. Y el reinicio de las clases presenciales, que parece ser nuestro único objetivo, significa la convivencia multitudinaria en los centros de enseñanza de alumnos, docentes y personal de servicios; y eso entraña un riesgo para cada miembro de la comunidad educativa; y, por ende, para la salud pública en general.

Por ello, entendemos que la grave y transcendental responsabilidad de tomar las decisiones más adecuadas para minimizar o eliminar por completo ese riesgo, para impedir que el virus encuentre la manera de entrar en una guardería, en un colegio o en un instituto, corresponde a las autoridades educativas y sanitarias a través de los Comités de Seguridad y Salud y los Servicios de Prevención; de ninguna manera a los directores o a los equipos de dirección de los centros, a quienes no cabe exigírseles la formación necesaria en materia preventiva.

La plantilla de la consejería de Educación sólo cuenta con cinco Técnicos en Prevención de Riesgos Laborales, uno por provincia, que deben velar por el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en los 1.700 centros educativos existentes en la región. Si habitualmente no daban abasto, mucho menos ahora, cuando además de la LPRL deben comprobar que se cumplen adecuadamente las medidas preventivas frente al covid-19.

PREVENCIONES

Las consejerías de Sanidad y de Educación deben conformar cuanto antes tantos equipos de personas cualificadas como sean precisos para visitar y evaluar todos los centros escolares de la región antes del inicio del próximo curso, de forma que puedan indicar a sus directores cómo disponer los espacios, cómo ordenar los flujos de alumnos y profesores, cómo actuar ante un caso o un posible caso de Covid-19…

Igualmente, es necesario acelerar la formación específica en la prevención del Covid-19 a los coordinadores de prevención existentes en cada centro educativo, que hasta ahora han venido limitándose a organizar los simulacros de evacuación. Y, una vez iniciado el curso, habrá que reducir sus horas lectivas, para que dispongan del tiempo necesario para velar por el cumplimiento de las medidas y normas preventivas y para atender cualquier incidencia.

No serán ni mucho menos los únicos docentes que deban tener horarios lectivos recortados. Según los cálculos iniciales de la propia Consejería, entre un 10% y un 15% de las plantillas de docentes son personas “especialmente vulnerables” al covid-19 (los porcentajes serán similares entre el resto del personal de los centros educativos. También habrá casos de alumnos y alumnas especialmente vulnerables).

Una parte de estas personas especialmente sensibles tendrá obligadamente baja médica. El resto necesitará medidas preventivas especialmente reforzadas para desarrollar su trabajo, o bien tendrá que cambiar de tareas. Cada caso precisará una evaluación y una solución, que redundará en el resto del claustro y en toda la organización y funcionamiento de su centro. Ignoramos que la consejería haya comenzado siquiera a contemplar esta circunstancia.

Si a esto le añadimos la obligación de mantener en las aulas la distancia interpersonal de dos metros, lo que en muchos casos va a exigir desdobles para reducir las ratios; más las bajas por IT que inevitablemente se registran a lo largo de cualquier curso ‘normal’…, las necesidades de reforzar personal van a superar, sin duda, las bolsas existentes en todos o en casi todos los grupos y especialidades.

Quedan ya menos de dos meses para que comience oficialmente en CLM el curso escolar 2020/21. Las incertidumbres son enormes y el tiempo apremia.

TEMAS RELACIONADOS:


Noticias relacionadas