La mascarilla se ha convertido en poco tiempo en un elemento parte obligada de nuestro día a día. Pero su protección puede volver en nuestra contra si no actuamos de una forma cívica. Y es que, lamentablemente, cada vez es más común ver mascarillas y guantes desechables tirados por las calles. Toda una imprudencia que puede salirnos caro. Estos malos gestos se están convirtiendo en un problema de salud pública.
En los últimos días, vecinos y autoridades en España denuncian en las redes sociales esta práctica imprudente y peligrosa. No es de recibo que el enorme esfuerzo que ha realizado la sociedad en general se eche a perder por el incivismo de una acusada minoría.
Su abandono en el espacio público constituye no sólo un potencial riesgo sanitario, porque podrían estar infectados, sino también un daño al medioambiente.
Ante estos actos incívicos, cada vez son más las ciudades que han optado por multar a estas personas maleducadas. El Ayuntamiento de Roma ha aprobado una ordenanza que establece multas de entre 25 y 500 euros a quienes arrojen en la vía pública las mascarillas o los guantes usados para evitar el contagio del coronavirus.
La misma línea ha seguido el Consistorio de Bollullos de la Mitación (Sevilla) con multas de 900 euros. Burgos con una sanción de 600 euros...
BASURA
Las mascarillas y los guantes deben ser desechados en el contenedor de residuos domésticos, es decir, en el contenedor de fracción resto. Estas protecciones usadas en ningún caso se pueden reciclar, por lo que nunca irán al contenedor amarillo.
TALAVERA
Desde La Voz del Tajo, la fotógrafa Valeria Cassina denunció en su sección ’Imágenes de una cuarentena’, sobre el gesto incívico de tirar guantes y mascarillas usadas a la calle.