El Gobierno de Castilla-La Mancha ha encargado un estudio de sanidad mortuoria que será presentado próximamente aunque el presidente regional, Emiliano García-Page, ha adelantado este miércoles que en el mismo se recoge que los fallecidos por COVID-19 en la región son "sustancialemte" menos de los que dicen los registros civiles, pese a que ha lamentado que siguen siendo "una barbaridad".
Durante la visita que ha llevado acabo en Villaminaya (Toledo), a las instalaciones de 'Válquer Laboratorios', García-Page ha explicado que este estudio va a "arrojar mucha luz" porque se han estudiado "uno por uno" los partes de fallecimiento que han emitido los médicos. "Llegaremos a una conclusión muy clara de quienes han fallecido por el virus", ha dicho.
También ha señalado que se van a aclarar estos datos para que esa experiencia lleve al Gobierno regional la tener protocolos de actuación en el futuro "más correctos" frente al coronavirus. "Y queremos contrastar esos datos con los del sistema judicial, a quien vamos a pedir todos los datos no sea que se estén imputando fallecimientos de manera inadecuada".
"Los datos de la sanidad mortuoria van a coincidir muy mucho con los datos por fallecimiento y de fallecimiento por sospecha del Gobierno", ha indicado, pese a que ha indicado que ahora en España "les da por cambiar todos los días" la forma de contar los fallecimientos por el virus. "Alguna ciencia habrá detrás".
Finalmente, el presidente del Ejecutivo ha agradecido en este sentido el trabajo llevado a cabo por la Dirección General de Salud y el consejero, Jesús Fernández Sanz, de quien ha destacado que "es un crack" y le echa "una humanidad al problema que está ayudando a todos".