Día tras día las cifras de pacientes ingresados por Covid-19 en el Hospital General ‘Nuestra Señora del Prado’ de Talavera de la Reina sigue descendiendo, acercándose al ansiado número cero.
Según ha informado este viernes el Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Dirección General de Salud Pública, el hospital talaverano tiene 12 pacientes en planta afectados por coronavirus.
Respecto a los datos conjuntos de la provincia de Toledo, correspondientes a sus dos áreas sanitarias, Talavera y la capital regional, el número de hospitalizados en unidades de críticos (UCI) que necesitan respirador es de 10 pacientes, dos menos que ayer.
PROFESIONALES
Las cifras demuestran el gran trabajo que están realizando los cientos de profesionales del hospital de la ciudad de la Cerámica que han sabido doblar la curva y garantizar la salud de todos. Así como la responsabilidad de los ciudadanos que han cumplido con las normativas sanitarias y se han quedado en casa.
No hay que olvidar que en el centro hospitalario no han faltado camas ni respiradores para atender a las personas contagiadas por coronavirus. El número máximo de personas ingresadas ha sido de 178 y 27 críticos, muy lejos de las cifras conocidas hoy.
CAMAS Y PROTOCOLO
Además, el protocolo utilizado por el Hospital Nuestra Señora del Prado (reconocido a nivel nacional), en relación a la actuación frente la pandemia del Covid-19, ha sido primordial para controlar la epidemia.
La Gerencia de Atención Integrada de Talavera incrementó las medidas con las que cuenta su Plan de Contingencia para hacer frente a las consecuencias del aumento de ingresos provocados por el coronavirus, con más camas y profesionales. Las 300 camas de hospitalización y 10 de críticos que existían antes de la aparición de este virus, se convirtieron en 374 de hospitalización y 40 de críticos.
NO BAJAR LA GUARDIA
Pero no hay que bajar la guardia. El virus sigue en la calle, y a pesar de la flexibilización en las salidas según se vaya avanzando de fase en el plan de desescalada, la distancia social, la limpieza y el sentido común deben regir nuestro día a día hasta que se encuentre una cura.