Nunca podremos olvidar la Semana Santa de 2020. La pandemia del COVID-19 ha hecho que una de nuestras tradiciones más arraigadas haya tenido que vivirse en el ámbito más discreto.
Tan discreto como lo ha hecho Rus Martínez Duque desde su puesto de trabajo, en un momento de descanso en el Laboratorio de Microbiología del Hospital Nuestra Señora del Prado en Talavera de la Reina (Toledo).
Su saeta este Viernes Santo tuvo que ser con mascarilla y bata azul en lugar de mantilla y desde el balcón como lo hace habitualmente cada año.
Ella, más que nadie, nos quiere mostrar que se pueden vivir las tradiciones pero con un mensaje claro: "ojalá la gente se conciencie de una vez que estamos en un riesgo absoluto... Y para gente con enfermedades de base... puede ser mortal".
Quédate en casa y toma todas las precauciones.