El retrete no es una palelera. Materiales como las toallitas de un solo uso no se deben tirar en el wc sino en una papelera. Las toallitas desechables son las principales causantes de los problemas en las redes de saneamiento y en la Estación Depuradora de Aguas Residuales, recuerdan desde Aqualia Talavera.
Un dato: arrojar las toallitas húmedas por el inodoro cuesta a los europeos entre 500 y 1.000 millones de euros al año, según datos de EurEau, la asociación continental que engloba a las empresas de abastecimiento y saneamiento.
Los atascos en los sistemas de canalización de depuración y en las estaciones depuradoras son uno de los mayores problemas a los que se están enfrentando en la mayoría de las empresas de agua desde que se decretó el confinamiento en los hogares. Un problema que aunque ya se venía produciendo con anterioridad, se ha incrementado con el aumento del consumo de toallitas húmedas y la permanencia de las personas en sus casas durante la crisis sanitaria.
EL INODORO NO ES UNA PAPELERA
Las alcantarillas tienen buenas tragaderas, pero hay residuos que se les indigestan. La crisis sanitaria provoca que se arrojen al retrete residuos que deberían ir a los contenedores de basura. Además de las toallitas, otros residuos que no deben ir al inodoro son compresas, gasas, preservativos, bastoncillos para las orejas o aceites de cocina.
Foto: Valeria Cassina
Ojo a las toallitas que se anuncian como 'biodegradables', como explica el portavoz de FACUA, Rubén Sánchez: "Estos productos están hechos de microfibras y microplásticos y pueden atascar las tuberías si las tiramos por el retrete, ya que pueden pasar hasta un mes en el agua sin degradarse".