TIEMPO DE LECTURA | Frases para superar el coronavirus

El periodista de El País, Carlos Megía, publicaba ayer 19 de marzo -día del padre en “cautividad”- en su edición digital, un magnífico reportaje -fielmente documentado gráficamente- bajo el título “20 frases de personajes célebres que nos levantaron la moral en tiempos difíciles”. Por su interés general lo vamos a reproducir en nuestra humilde edición de La Voz del Tajo, que ciertamente está teniendo su mayor seguimiento desde su instauración, algo que agradecemos de corazón a todos ustedes.
Marie Curie: “Nada en la vida debe ser temido, solamente debe ser comprendido. Ahora es el momento de comprender más, para poder temer menos”, decía la primera mujer galardonada con el Premio Nobel.
Haruki Murakami, el eterno aspirante al Nobel de Literatura, dejó este enunciado para la posteridad: “Cuando salgas de la tormenta, ya no será la misma persona que había entrado en ella. En eso consiste la tormenta”.
La filósofa neoyorquina Susan Sontag dijo “Amo las limitaciones porque son la causa de la inspiración”.
La reina del country Dolly Parton afirmó: “Si quieres el arco iris, tienes que soportar la lluvia”.
El ex primer ministro británico Winston Churchill nos dejó ésta: “La cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor”.
Albert Einstein es el autor de un lema ideal para combatir el desánimo tras varios días de confinamiento: “En medio de la dificultad se esconde la oportunidad”.
La legendaria diseñadora Coco Chanel enfatizó: “Si estás triste, ponte más pintalabios y ataca”.
La reina del pop, Madonna, nos dejaba esta prenda: “Todos caemos al suelo en algún momento. Es la forma en la que te levantas el verdadero desafío”.
La activista por los derechos civiles Maya Angelou resumió así su lucha: “Mi misión en la vida no es solo sobrevivir sino prosperar; hacerlo con cierta pasión, cierta compasión, algo de humor y un poco de estilo”.
El líder sudafricano Nelson Mandela, inspiraba a los entrenadores deportivos como herramienta motivacional lo siguiente: “Aprendí que el coraje no era la ausencia del miedo, sino el triunfo sobre él. El valiente no es quien no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo”.
El austriaco que huyó del nazismo publicó en su libro El mundo de ayer lo siguiente: Toda sobra es, al fin y al cabo, hija de la luz y solo quien ha conocido la claridad y las tinieblas, la guerra y la paz, el ascenso y la caída, sólo éste ha vivido de verdad”.
La ex primera dama estadounidense Michelle Obama nos dejó la siguiente: “Cada cicatriz que tienes no es un recuerdo de que te hirieron, sino de que sobreviviste”.
La modernista británica Virginia Woolf sentenciaba así: “No hay barrera, cerradura, ni cerrojo que puedas imponer a la libertad mi mente”.
El canto a la esperanza se refleja en estos versos del poeta checo Rainer Maria Rilke: “Deja que todo pase, la belelza y el terror, solo sigue andando, ningún sentimiento es definitivo”.
La poetisa americana, que pasó encerrada en una habitación los últimos años de su vida, nos muestra lo que puede ser gratificante en tiempos de crisis: “Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que no nos ponemos de pie”.
La escritora salmantina Carmen Martín Gaite adujo: “Mientras dure la vida, sigamos con el cuento”.
En uno de sus proverbios el poeta sevillano Antonio Machado decía: “Hoy es siempre todavía, toda la vida es ahora.
La escritora chilena Isabel Allende escribió: “Ni siquiera sabemos lo fuerte que somos hasta que nos vemos obligados a sacar esa fuerza oculta. En tiempos de tragedia, de guerra, de necesidad, la gente hace cosas asombrosas. Es impresionante la capacidad humana para la supervivencia y la renovación”.
El infuyente guionista inglés Neil Gaiman aseguró: “Lo único que tienes y que nadie posee eres tú mismo. Tu voz, tu mente, tu historia, Tu visión. de modo que escribe y dibuja y construye y juega y baila como solo tú puedes hacerlo”.
Tom Hanks fue uno de los primeros actores en confirmar que había dado positivo por coronavirus. Y en su comunicado sobre ello nos dejó lo siguiente: “Recordad que, a pesar de los acontecimientos actuales, nadie llora en el béisbol”.
A todas ellas dejamos la reflexión de nuestro Ciego del Berrenchín en el siguiente soneto.

Ciego

Huyo ya de tu entorno más oscuro
y miro en lontananza tu mañana
y pienso y medito en mi ventana
si es posible así un claro futuro.

No me das respuestas, porque creo
que separar mi vista de la tuya
es fácil y sencillo sin que intuya
que ni mirando es algo lo que veo.

Y al encender la luz de madrugada,
ya todo se oscurece en torno a mí,
ya todo me da vueltas en la cama.

Desde entonces nadie supo que perdí
el amor que suspiro como dama.
Mirando y mirando no veo nada.