Felipe Medina | Sábado 14 de marzo de 2020
Es palpable que, ante el grave problema del corona virus, que Talavera esta dando mayoritariamente un ejemplo de conducta, conciencia y solidaridad. Pero muchos, hacen la guerra por su cuenta. Lamentablemente, en algunas personas falta el calor, imagen de unidad y sensibilidad. Eso si, no es tarde para reaccionar. Con la insolidaridad e irresponsabilidad de algunos, se ha diluido en buena medida la idea de una cadena de solidaridad, que es imprescindible para que se pueda dar una respuesta social adecuada a la propagación de la infección y contenerla. Es deplorable la intolerancia, falta de solidaridad, mezquindad y un egoísmo desmedido de algunos. ¿Qué parte de los mensajes de las autoridades sanitarias no han entendido? Las recomendaciones de aislamiento domiciliario y minimizar la vida social hasta que el Coronavirus sea solo un mal recuerdo parecen entrarles por un oído y salirles por otro. Es una tremenda irresponsabilidad seguir expandiendo este virus que se transmite con enorme facilidad y que está matando a tantas personas mayores. ¿No tenéis padres, hijos, amigos, abuelos...? ¿No sabéis que hay muchas mujeres embarazadas? Pero la auto-absolución o lavado de cara de la consciencia propia por la vía facilona sera en cualquier caso, sinónimo de la ruindad de unos pocos. El virus pasará, pero cualquier semilla podrida de complacencia o egoísmo permanecerá. Quizá, sería conveniente que para el futuro recordáramos los valores en los que se debe inspirar nuestra convivencia, la dignidad de la persona, la solidaridad, la adhesión o la ayuda en los momentos más difíciles. Los ancianos no solo están muriendo, es que lo hacen solos, sin poder apretar o acariciar la mano de sus parejas, hijos o nietos. Aquellos insolidarios, de doble moral y seres indignos, que recuerden que mañana, podría ser su padre, hermano, hijo...
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