Imagen de la visita de Villarrubia.
Este proyecto, que realizan en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha y ONGs, cuenta ya con un total de 250 hectáreas restauradas, que han incrementado notablemente la biodiversidad de la zona. Asimismo, el uso final de los terrenos es público, orientado a la conservación y a la promoción del conocimiento de la biodiversidad y la educación, para lo que se cuenta con el Centro de Interpretación de la Naturaleza de la Mesa de Ocaña.
Redacción La Voz del Tajo | Viernes 31 de enero de 2020
El delegado de Desarrollo Sostenible, Tomás Villarrubia, que ha visitado la cantera de Yepes-Ciruelos, donde la multinacional LafargeHolcim puso en marcha en el año 2004 un proyecto de restauración ecológica, ha destacado que se trata de “un ejemplo de minería sostenible, con un proyecto de restauración ecológica circular” y ha añadido que “la conservación del medio ambiente es un reto inaplazable, en el que debemos estar comprometidos todos, tanto los que trabajamos en las instituciones como en el sector privado”.
El delegado provincial de Desarrollo Sostenible, Tomás Villarrubia, ha asegurado que “el Gobierno de Emiliano García-Page ha apostado por fomentar un sistema productivo moderno, sostenible y respetuoso con el medio ambiente y la biodiversidad, en el que es imprescindible contar con la colaboración de las empresas”.
Villarrubia ha hecho esta afirmación en el transcurso de la visita que ha realizado esta semana a la cantera de Yepes-Ciruelos, donde la multinacional LafargeHolcim viene desarrollando desde el año 2004 un proyecto de restauración ecológica de los terrenos en los que ha finalizado la actividad extractiva necesaria para la fabricación de cemento en su fábrica de Villaluenga de la Sagra.
“LafargeHolcim es un ejemplo de minería sostenible, con un proyecto de restauración ecológica circular, que tiene como objetivo generar un impacto global positivo en la biodiversidad de esta zona de la provincia de Toledo”, señalaba Villarrubia, que añadía “la cantera Yepes-Ciruelos es una muestra de cómo una empresa puede conciliar su negocio y desarrollo con un compromiso e implicación ambiental y social”.
El delegado provincial de Desarrollo Sostenible ha hecho hincapié en que “la conservación del medio ambiente es un reto inaplazable, en el que debemos estar comprometidos todos, tanto los que trabajamos en las instituciones como en el sector privado”. En este contexto, Villarrubia indicaba que “desde la Administración regional hemos adquirido el compromiso de que ésta sea la legislatura de la sostenibilidad, haciendo de ella una bandera en las políticas y decisiones que se tomen a todos los niveles”.
“Nuestro objetivo es poner entre las prioridades la lucha contra el cambio climático como cuestión trasversal, la apuesta por el medio natural y la biodiversidad o la prioridad de las telecomunicaciones para igualar oportunidades en todo el territorio, en definitiva, hacer de Castilla-La Mancha una región a la vanguardia en materia de desarrollo sostenible” ha señalado Villarrubia, que ha añadió que para ello “trabajaremos de la mano de los agentes sociales y económicos para protagonizar una verdadera transición ecológica en todo el territorio regional”.
250 hectáreas restauradas
Durante la visita a la cantera, el delegado de Desarrollo Sostenible estuvo acompañado por el director de Desarrollo Sostenible y Salud y Seguridad de LafargeHolcim, Raúl Pérez, así como por a responsable del Servicio de Geología, Laura Martín, y el jefe de canteras, Fernando Púa. También participaron en esta visita el profesor del área de Botánica de la Facultad de Ciencias Ambientales de la UCLM, Santiago Sardinero, y la coordinadora de Brinzal, Patricia Orejas.
La explotación de esta cantera comenzó en 1930 y, tras un largo periodo de regeneración de la vegetación basada en la sucesión natural, a partir de 2004, empezaron a realizarse actuaciones de aceleración y seguimiento de este proceso ecológico.
El objetivo de la restauración es la creación de una reserva natural mediante la restauración ecológica del espacio minero, que favorezca la diversidad florística, estructural y funcional de los ecosistemas regionales, creando y mejorando nichos ecológicos para la fauna regional de invertebrados, anfibios, reptiles, aves y mamíferos.
Según han explicado los responsables del proyecto, se ha apostado por las labores de revegetación con especies endémicas de alto valor ecológico que mejor se adecuan a cada zona de la cantera como taludes, paredes de roca, humedales y depresiones. En la actualidad cuentan con un total de 250 hectáreas restauradas, preservando el hábitat original y potenciando la biodiversidad preexistente.
Además de conocer el proyecto de restauración de la cantera, Villarrubia ha podido conocer la valoración de los servicios ecosistémicos generados a través de la misma, mediante una herramienta capaz de cuantificar y calcular el valor económico de los servicios proporcionados para poner en valor los beneficios sociales, económicos y ambientales del proceso de rehabilitación.
Los terrenos restaurados en Yepes-Ciruelos están destinados al uso y disfrute de los vecinos de la zona y en ellos se lleva a cabo un programa y actividades de educación ambiental con acciones destinadas a escolares y grupos vecinales, del que forman parte el Centro de Interpretación de la Naturaleza de la Mesa de Ocaña, una senda botánica, un mirador y un observatorio de aves, además de espacios recreativos y rutas para la práctica de senderismo o bicicleta.
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