2019, el año de la cerámica de Talavera y el Patrimonio de la Humanidad

Este 2019, al que le quedan pocas horas, nos ha dejado una delas noticias más importantes: la técnica cerámica de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo, era incluida en la lista del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO.

Así lo decidió, tas una larga lucha y defensa por parte de la representaxción española, en el XIV Comité Intergubernamental para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, el pasado 11 de diciembre.

La técnica de la cerámica de Talavera, que se aplica exactamente igual en El Puente del Arzobispo y en Puebla de Zaragoza (México) —las tres patas impulsoras de la candidatura—, se mantiene intacta desde el siglo XVI, y eso, es digno del reconocimiento internacional.

“Los conocimientos teóricos y prácticos relacionados con este elemento del patrimonio cultural vivo abarcan la preparación de la arcilla, su modelación con un torno o un molde, la ornamentación de la pieza modelada, la preparación de los pigmentos y el esmalte y la cocción en el horno, operaciones todas ellas que exigen una gran destreza”, remarcó la UNUESCO.

La UNESCO también valoró que cada taller posee "una identidad propia" que sobresale en detalles específicos de los modelados, ornamentaciones, colores y esmaltes de las piezas.

"Forma parte de nuestra cultura e historia, una salvaguarda para que las generaciones que vengan la conserven y con unas medidas que garanticen ese mantenimiento año tras año", señaló la alcaldesa de Talaevra, Tita García, minutos después de conocerse el resultado.

Todo un éxito sin precedentes el realizado por la asociación Tierras de Cerámica, fruto de un trabajo muy bien hecho y de la unidad de todos los colectivos e instituciones.

La Ciudad de la Cerámica, más cerámica que nunca, luce desde hace unos días 220 banderolas repartidas, principalmente, en la Avenida de Madrid, Ronda del Cañillo y Avenida de Portugal, para conmemorar tan extraordinario logro.

Ahora toca proteger este bien tan nuestro. Es el momento para sentirnos más orgullos, si cabe, de la cerámica talavera, del blanco, azul y amarillo...de su belleza, de su artesanía, de su simbolismo, de nuestra seña de identidad que traspasa fronteras.

Y esto lo escribe un alicantino afincado desde hace casi una década en esta tierra. Un alicantino que, día tras día, ha aprendido a amar y respetar la técnica cerámica:un alicantino que ha comprendido que ese barro trabajado por los maestros y maestras artesanos debe perdurar.

Nunca imaginé que al escuchar la aprobación de la UNESCO lloraría y sentiría como la piel se me erizaba, al tiempo que me sentía, más que nunca, talaverano.

Gracias a todos los que han hecho posible que la cerámica sea declarada, por fin, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.