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Goya, ese "antitaurino" que acabará siendo "machista y fascista"

Un grabado de la Tauromaquia de Goya y el autor del artículo.
David Martínez | Domingo 24 de noviembre de 2019

De momento lo han calificado de "antitaurino"y acabará siendo "machista y fascista". Me refiero a Don Francisco de Goya y Lucientes.

Y todo a cuento de la exposición sobre los dibujos del genial aragonés que en estos días se ha inaugurado en el Museo del Prado con motivo del bicentenario de la pinacoteca madrileña.

Hasta las audioguías del museo afirman que Goya fue un adelantado a su tiempo en la defensa de los derechos de este animal. Manuela Mena, comisaria de la exposición afirma: “En la serie Tauromaquia, Goya se manifiesta como el ilustrado que era, contra la violencia de los hombres que contrasta con la fuerza y la nobleza de los animales”. Y se queda tan ancha. Esta absoluta barbaridad ya comenzó hace un par de años en Real Academia de las Artes de San Fernando com motivo del bicentenario de la Tauromaquia de Goya. Tuve la ocasión de rebatir estos argumentos en su día, pero como dicen en mi pueblo "vuelta la burra al trigo" no me queda otra que combatir la mentira hasta la extenuación.

Como ocurrió en esa ocasión hace lo han vuelto a hacer, esta vez con el agravante de cometer tal fechoría en la "casa de Goya" y en el museo más importante del mundo: el Prado.

Lo dije en su día y lo vuelvo a repetir, se puede estar a favor o en contra de la Tauromaquia, pero Goya siempre fue taurino; fue torero en su juventud y se integró en una cuadrilla para pagarse el viaje a Italia. Presumía de “manejar el estoque como nadie”. Su viejo criado Antonio Trueba decía: “Goya en dos cosas es incorregible: en su afición a los toros ya a las hijas de Eva”. Goya fue íntimo amigo de los tres míticos toreros fundadores de la Tauromaquia tal y como la conocemos hoy: Pedro Romero, Costillares y Pepe Illo. Los días de toros, Goya se ponía su gran sombrero, su chupa (chaquetilla de torero), su capa terciada y su espada de torero, no veía nunca los toros desde el tendido sino desde el callejón y en la Plaza Mayor de Madrid se introducía en el cuadrilátero.

Los antitaurinos, porque son consustanciales a la Fiesta de Toros existen, han existido y existirán siempre, pero me duele enormemente que se manipule y tergiverse la realidad desde una institución pública. Goya se autorretrata vestido de torero con un sombrero con velas en la cabeza para pintar de noche; Goya pensaba y vivía como torero. Goya no sólo creó los grabados de la Tauromaquia, sino que los motivos taurinos son una constante en su pincel, en sus litografías y en sus dibujos. Decir que Goya era antitaurino es igual que afirmar, tal y como he leído por ahí, que "Beethoven golpeaba el piano porque odiaba la música".

Lo dicho, ya queda poco para oír decir que "Goya era machista y fascista". Tiempo al tiempo.

Javier Gallego Sánchez (abogado, perito tasador de antigüedades, perito conocedor arte-pintura, connaisseur, Conferenciante sobre la vida y obra de Goya, Comisario Exposiciones Tauromaquia de Goya, autor del libro "Goya visto por los niños" Editorial Circulo Rojo, 2015).

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