Durante todo el año pasado se realizaron en la región un total de 129 ejercicios de simulación, en los que intervino o estuvo informado el 1-1-2. Los cambios en la normativa de riesgos laborales han aumentado el número de centros que deben realizar estos simulacros.
Redacción La Voz del Tajo | Domingo 17 de noviembre de 2019
Hasta finales del mes de octubre el Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias 1-1-2 de Castilla-La Mancha ha participado en 150 simulacros que se han llevado a cabo en nuestra región, con el fin de poner en práctica las medidas necesarias para hacer frente a situaciones de urgencia o emergencia. Los simulacros realizados en la Comunidad Autónoma hasta principios de noviembre del presente año suponen un incremento del 16 por ciento con respecto a todo 2018, cuando se registraron un total de 129 ejercicios de simulación. Ese porcentaje es muy superior, un 43 por ciento, si comparamos las cifras del actual ejercicio con las de 2017, cuando se participó en 105 operativos de emergencia. La mayor sensibilización ante las situaciones de emergencia que pueden producirse en distintos centros, actividades e instalaciones ha provocado el aumento del número de simulacros realizados respecto a años anteriores. Así, la participación del Servicio de Emergencias 1-1-2 en este tipo de actividades, que deben realizarse al menos una vez al año, ha consistido tanto en intervenciones del propio Servicio como en la gestión de la información de los simulacros. Dependiendo de la actividad que se realice en cada centro, los simulacros realizados pueden ser de diversa índole, desde desalojos de los edificios por la detección de humo ante un posible incendio; inundaciones y riadas; explosiones en instalaciones públicas o avisos por artefactos explosivos e incluso accidentes aéreos. Estos simulacros se realizan con el fin de comprobar la preparación de los trabajadores para enfrentarse a este tipo de situaciones y poder mejorar su capacidad de respuesta, especialmente en centros donde se trabaja con materiales peligrosos o que cuentan con una gran afluencia de público.
Cabe destacar también que los ejercicios que se llevan a cabo no son todos iguales ni tienen el mismo alcance, bien por la importancia del riesgo que se simula o bien por la cantidad de participantes en la operativa. De esta manera en lo que va de año, de los 150 simulacros realizados, destacan cinco de ellos por su especial relevancia. En estos cuatros se ha contado con la intervención conjunta del Servicio de Emergencias 1-1-2, Protección Civil y un gran número de diversos agentes de seguridad, bomberos, sector sanitario, personal de INFOCAM, Cruz Roja y voluntarios de Protección Civil, entre otros. El primer simulacro de importancia realizado en nuestra región fue el que tuvo lugar en el túnel ferroviario entre Cieza (Murcia) y Hellín (Albacete), en el mes de marzo. En esta infraestructura de 2.352 metros de longitud se simuló el incendio de un tren de pasajeros, con la consiguiente evacuación de los viajeros y la intervención de los bomberos. Un mes más tarde se realizaron otros dos ejercicios. El primero en el almacén subterráneo de gas en Yela (Guadalajara), donde se simuló un incendio en sus instalaciones, con la intervención de 110 efectivos y 22 vehículos. El otro simulacro, realizado en la localidad conquense de Motilla del Palancar, se centró en ejercitar la actuación ante un episodio de riadas e inundaciones que afectaron a gran parte del municipio. También en el mes de mayo se simuló un accidente de tráfico múltiple y posterior incendio en el túnel de Los Yébenes (Toledo). Finalmente, en septiembre se realizó un simulacro de un accidente aéreo en el Aeropuerto de Ciudad Real.
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