Irene González Moreno | Lunes 14 de octubre de 2019
La Asociación de Municipios Ribereños de la cabecera del Tajo y los de Totana, en Murcia se reunieron el pasado domingo para acercar posturas en materia de agua.
Así, la Asociación de Municipios Ribereños de la cabecera del Tajo se sumará a la campaña ‘Si es desalá, a 30 céntimos na má’, impulsada por colectivos de regantes murcianos, para reclamar ante los poderes públicos “que se pongan en marcha las desaladoras y se rebaje el precio del agua”. Para ello buscan conseguir más de medio millón de apoyos para elevarla al Congreso de los Diputados.
Castellano-manchegos y murcianos coinciden en formar parte de la Mesa del Agua, en la necesidad de un nuevo Plan Hidrológico y en abaratar el precio del agua de las desaladoras.
Según Borja Castro, vicepresidente de la Asociación de Municipios Ribereños, los regantes del Levante confiesan que hay más de 50.000 hectáreas de regadío (80.467,2 km2 o lo que es lo mismo 8 veces Murcia o un poco más que la superficie de Castilla-La Mancha) que son ilegales y que beben del agua del trasvase.
Por parte de parte de los regantes murcianos asistentes al encuentro en Albacete, la presidenta Agrupación Rural de Regantes del Raiguero, María Costa, se mostró sorprendida al saber que en la cabecera del Tajo “tienen que regar con cubas” y pidió que haya unión entre los regantes de ambas regiones.
La reunión ha servido para que ambas partes hayan llegado a la conclusión de que “son más cosas las que nos unen que las que nos separan”, comentaron tanto el presidente de la Mancomunidad de ribereños, Borja Castro, como la presidenta de la Agrupación Rural murciana, María Costa.
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