Ivan con su medalla.
Este deportista pidió la mano de su novia, Verónica Galán París que estaba en la meta y es de ascendencia parrillana y de Buenasbodas
Redacción La Voz del Tajo | Domingo 13 de octubre de 2019
Cada uno de los españoles que tomó ayer la salida en Kailua Bay para disputar el Campeonato del Mundo de IRONMAN lo hacía con un objetivo distinto: mejorar el tiempo de ediciones anteriores, cruzar la meta sufriendo lo menos posible, no andar a lo largo de la carrera a pie… Y más de uno, y más de dos, pelear por las posiciones de cabeza. Iván Cáceres era uno de ellos. El fundador de Diablillos de Rivas, que clasificó para esta edición mundialista en septiembre de 2018 en IRONMAN Emilia Romagna, llegaba a The Big Island con la intención de mejorar el octavo puesto logrado en 2016, cuando se hizo con el octavo puesto en G25-29. Esta madrugada, ya en G30-34, no lo ha podido hacer mejor: ganador de su grupo de edad y, con ello, título de Campeón del Mundo. Es el tercero que viene a tierras nacionales: le precedieron Fernando García Aja, que en 2010 se hizo con el triunfo en G45-49, y Pedro Oviedo, que lo hizo en G55-59 en 2012.
Cáceres ha hecho una carrera de menos a más en la que no se ha hecho con la primera posición hasta bien entrada la media maratón, cerca de Energy Lab, gracias a su poderosa carrera a pie. No en vano ha completado el tercero de los segmentos en 2:55:42, siendo primero de su grupo de edad y décimo séptimo de la general masculina.
El detalle curioso ha sido, nada más entrar en meta, la petición de mano a su pareja, la joven Verónica Galán París, cuyos padres son de Robledo del Mazo y Parrillas respectivamente y sobrina carnal de Beatriz, la viuda de nuestro compañero Felipe Martín, nada más entrar en meta.
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