El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado en Molina de Aragón (Guadalajara) un plan específico de empleo rural para mujeres de este medio valorado en cinco millones de euros y que pretende crear mil puestos de trabajo en la Comunidad Autónoma.García-Page ha querido realizar este anuncio precisamente en una las comarcas más despobladas no solo de Castilla-La Mancha sino de España, donde ha indicado que se aprobará antes de que acabe el año "pase lo que pase, haya elecciones o no". Según el líder regional, que está en Molina junto al presidente de Aragón, Javier Lambán, para hablar de problemas comunes de ambas comunidades, ha explicado que serán cinco millones de euros para implementar en torno a mil puestos de trabajo para mujeres del medio rural. Una decisión que tal y como ha explicado el presidente de Castilla-La Mancha están trasladando a sus políticas de empleo ambas comunidades y que tienen el límite de la "paciencia" que significa la situación de interinidad del Gobierno de España. Esta es una noticia de esta VOZ del Tajo de hace apenas unas horas. Nuestro vate particular, así la comenta.
Anda mi musa en que escriba
del paro que nos acecha
y mi lázaro me insiste,
mientras esta ciudad disipa
por su boquita la fuerza
con que pedir al político
un poquitín de vergüenza,
que evite tanto parado
que buscando desespera
trabajo y pan pa los suyos,
yendo de puerta en puerta.
Ni un motivo de esperanza
dice que en ella encuentra
y sólo unas cuantas promesas
que para nada alimentan.
En su recorrer diario
entra en comercios y tiendas
recitando esta poesía,
escrita por un poeta,
para apelar a conciencias
que comen al mediodía
y duermen a pierna suelta.
Unas pesetas le entregan
y él las rechaza con ira,
no va pidiendo limosna
este padre de familia,
con cinco hijos pequeños,
esposa en cinta y su suegra
y anciano padre que vive
encamado en su vivienda.
Cansado de caminar
se acercó al Ayuntamiento
con la obsesión de buscar
consuelo pa su lamento.
Llegándose al consistorio
hubo de esperar buen rato,
como es costumbre o frecuencia,
a que algunos de los prebostes
al parado recibieran.
Y mientras duraba la espera
un funcionario cortés
pregunta de esta manera:
¿Qué pide usted, hermano?
Simplemente humano trato
y si pudiera un trabajo,
pues somos nueve personas
que no comen hace un año.
Pues ya es difícil, paisano,
le responde el funcionario,
porque me temo y me creo
que no ha sufrido maltrato
ni tie pinta de gitano.
Y eso en el Plan de Empleo
es sacramento cristiano.
Salió entonces el preboste
de la reunión en que estaba
y a este buen hombre pregunta
¿qué problema le ocupaba?
Yo, dijo, tan sólo soy, señor,
un buen trabajador
al que ya nadie contrata.
El preboste le consuela
ofreciéndole un mensaje
que en forma de pregunta
de esta manera le espeta:
¿no te pega tu parienta,
no tienes nada de pelas,
ni donde caerte muerto,
ni un par de mantas de lana,
ni leña para una hoguera,
ni un poquito de remedio,
ni una taza de cachuela?
Nada de to eso yo tengo
y más que eso, ni un trabajo,
fue su lacónica respuesta.
Y quieren saber al final
lo que el otro le contesta:
pues sí que eres pobre, puñetas,
pobre y repobre, carajo!
Y este buen hombre se fue
con el rabo entre las piernas,
un no rotundo en la mano
y de nuevo sin contrato.
Y ésta mi pregunta es:
¿Es que no sufre maltrato
quien no tie ni pa patatas
y vive peor que un gusano?
Turbio asunto, asunto feo,
esto del Plan de Empleo.