Lágrimas y fervor a flor de piel en La Colegial con la Procesión del Cautivo

La lluvia adquirió el protagonismo en la noche del Martes Santo e impidió que la Cofradía de los Regantes pudieran salir en procesión con Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de Gracia y Amparo. Pese a este impedimento, los costaleros y cargadores dieron lo mejor de sí para dejar un buen sabor de boca a la multitud que abarrotó La Colegial durante las dos horas que permanecieron en su interior. Siguiendo los acordes de la Banda Municipal de San Sebastián de Los Navalucillos, la imagen de la Virgen recorrió la nave lateral derecha del templo talaverano y giró 180 grados para encontrarse con el Cautivo. Los cofrades arrancaron los aplausos de los emocionados fieles en varias ocasiones, pero fueron más efusivos cuando los costaleros y cargadores elevaron las imágenes marianas.

Muy profundas fueron también las saetas que varias personas ofrecieron al Cautivo y a la Virgen de Gracia y Amparo, ya que fueron entonadas con tal pasión que hizo olvidar que la procesión había sido suspendida. Una vez que concluyó el acto religioso las lágrimas de muchos hermanos y cofrades no pudieron reprimirse más y evidenciaron la impotencia de no haber podido recorrer el itinerario previsto, con encuentro entre el Cristo y la Virgen en la Plaza del Reloj. Pese a las inclemencias del tiempo, esta procesión 'bajo techo' dejó el mismo fervor que años anteriores, como muestra de la fidelidad de los que simpatizan con esta agrupación religiosa.