OPINIÓN

Décimas aclaratorias para Arturo Castillo

Desde el Berrechín

El ciego del Berrenchín | Sábado 03 de agosto de 2019

Poco veo y es todo oscuro;
que por lo que leo yo molesto
a una respetable dama. Detesto
que así sea, se lo aseguro.
Pues en mis escritos procuro
hacerlo con gran pudor
y solo dotarlos de humor
pa divertir a toa este gente
con arrugas en su frente.
¡Perdóneme, don Arturo!

Que estimo yo conveniente
que se lo aclare a su dama
y no haga del verso un drama,
que no soy ningún demente
que solo buscar molestar.
Comprendo su malestar;
mas no se fíe de la gente
que no entiende mi rimar,
mi guasa y mi chascarrillo.
¡Dígaselo usted, Castillo!

Que no soy un haragán;
y menos aún un cretino,
un lenguaraz y ladino
que va llamando patán
a su amado y fiel esposo.
Pregunte si quiere a Igroso,
que es casi como mi hermano,
que fue en boca de Serrano
lo que en el RAE no es insulto.
¡Pal Ciego pido su indulto!

Y acabo por hoy la misión;
que quede claro y concreto
que no es mandato o decreto
que me impusiera Retana
de pedir excusas o perdón.
¡Antes voy al paredón!
Mas a mí me da la gana
acabar con esta nana
y poner fin a esta cruz.
¡Disculpas pido, doña Luz!

El Ciego del Berrenchín,
3 de agosto de 2019


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