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Nace en casa Enzo, el nuevo vecino de Segurilla

María Arriero Espinosa | Sábado 29 de junio de 2019
Enzo tenía muchas ganas de nacer, y lo hizo a toda prisa. Así ha llegado al mundo un bebé segurillano que no ha dejado tiempo a su madre ni para desplazarse al hospital. Su mamá, aun recuperándose del parto, ha querido compartir con La Voz del Tajo esta bonita e inesperada historia.

La noche del 14 al 15 de junio, Cristina Blanco se encontraba descansando en la cama junto a su marido Jesús Manuel Corrochano y su hijo Bruno. Estando los tres plácidamente dormidos, Cristina empezó a notar un malestar. “A eso de la una y media me vino el primer dolor y me levante al baño, cuando quise volver a la cama me dio otra contracción y del dolor se despertó mi marido”, reconoce. Viendo que comenzaba el proceso del parto, fue al baño a cambiarse de ropa para ir al hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera y vio que tenía sangre.

“Grité asustada y se despertó mi hijo. El pobre, asustado, venía a ver qué pasaba”, asegura Cristina, que decidió mandarle a la cama para que no viera lo que estaba sucediendo. Bruno consiguió ver el estado en el que se encontraba su madre y “el pobre solo lloraba, que mamá tenía pupa”.

AYUDA SANITARIA

En esos momentos de angustia y dolor, Cristina, como podía, fue a la cama, ya que apenas podía moverse y ya tenía ganas de empujar. En torno a las dos de la mañana, el matrimonio, comprendiendo que el parto se produciría en breves y no tenían tiempo de desplazarse a Talavera, llamaron a la ambulancia y a sus suegros para que se hicieran cargo del mayor.

Hasta su llegada, los tres se mantuvieron unidos y con muchos nervios “por no saber si todo estaba bien, si el niño venía bien, que no hubiera ningún médico para atendernos... Fueron los quince minutos más largos de nuestra vida”, recuerda Cristina. Cuando llegó la ambulancia, fue un soplo de aire fresco para ellos, porque tendían a profesionales sanitarios a su lado y no estarían solos en esos momentos tan importantes. A las dos y veinticinco de la mañana, nació Enzo, y posteriormente acudieron a Talavera para comprobar que todo estaba perfecto.

ENZO EN CASA

Ahora, con el pequeño Enzo entre los brazos, mira con perspectiva y reconoce que actuaron de la manera correcta. “Nosotros vivimos en Segurilla y era inviable coger el coche” si quería acudir al centro hospitalario y no creen que hubieran llegado a tiempo, “y si lo hubiéramos intentado sin la ayuda de los técnicos de la ambulancia”, los hechos habrían sido diferentes, ya que no contaban con el material esterilizado ni los conocimientos sanitarios.

La familia está encantada con el nuevo bebé, incluido su hermano mayor, que vivió este inusual nacimiento en primera persona. “Si oye el tema está un poco asustado, pero super contento con que es el hermano mayor y que tiene aquí a su hermanito”, afirma la orgullosa mamá. Todo el mundo desea conocer a Enzo por la rapidez con la que vino al mundo. Este parto “siempre será un recuerdo inolvidable para todos”, asegura la valiente madre.

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