Comencemos con un pequeño balance de los años que habéis estado en el Gobierno.
Ha habido de todo. Ha habido momentos muy duros, complicados; pero creo que a partir del verano del 2017 hasta aquí el balance, en líneas generales, es positivo, y no lo digo yo solo, lo dicen los datos de la región: ha subido el PIB, hemos mejorado mucho en empleo, hemos mejorado mucho en recuperación de servicios públicos y Castilla-La Mancha está creciendo y además está creciendo a un ritmo superior a otras regiones de España que tienen más potencialidades que nosotros.
Al margen de lo que es gestión administrativa, ¿sube o baja Podemos?
Espero que vamos a repetir y diría más, espero que vamos incluso a mejorar. Es verdad que hay una diferencia: entran nuevos actores políticos y la contienda va a estar mucho más ajustada, se van a repartir diputados por un puñado de votos y eso puede hacer que la balanza se desequilibre hacia un lugar u otro.
La posición a nivel nacional de la formación, ¿está en horas bajas, en horas altas o se mantiene?
Creo que las cuestiones internas nos han hecho daño, es un espectáculo que no nos merecíamos. De hecho, cuando nos reunimos muchos secretarios y secretarias generales en Toledo para pedir unidad y cooperación, creo que estábamos pidiendo algo de sentido común.
¿Cómo auguráis los resultados en Talavera con la cantidad de formaciones de izquierdas que se han creado?
Al final eso va a generar una cierta división que no se va a traducir en concejales para ninguna formación pero puede restar potencia a la creación de un gobierno progresista. No es lo que deseábamos pero es lo que se ha dado y vamos a jugar con esas cartas.
Entiendo que hay un reto muy claro y yo creo que Tita va a ser una muy buena teniente de alcalde para Sergio.
¿Cómo resumirías lo que queréis hacer en la región?
Nosotros siempre pensamos las políticas desde una lógica de efecto multiplicador, cada medida de empleo tiene algo que ver con el despoblamiento, con la transición energética, con la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
Cuéntanos ¿qué piensas sobre la situación del agua?
Pienso que ya está bien de peleas estériles. En Podemos nos hemos reunido los secretarios generales de la región, Murcia, Aragón y Valencia y hemos dicho lo mismo. El agua que debiera ser un bien común, tratado como un bien público, se ha convertido en una mercancía. Hay agua para el desarrollo de todas las regiones de España pero hay que poner en marcha desaladoras, una explotación de los acuíferos en condiciones y el trasvase todos sabemos que está agotado. Lo que no podemos hacer es cerrar el grifo y dejar a las familias de Murcia y el Levante sin agua, pero la transición debe y puede ser muy rápida.
En clave municipal, ¿cómo estás detectando el acogimiento que se hace a la formación?
Donde hay más tradición, donde hay más poso, los lugares más grandes, las cosas funcionan mejor. Es verdad que uno de nuestros hándicaps y de nuestros retos pendientes es llegar a las poblaciones más pequeñas. También es verdad que no tenemos ni la infraestructura ni todos los medios que tienen otros partidos que llevan muchísimos años y eso se nos hace a veces más difícil.
Pero creo que la gente nos mira con cierta simpatía, porque más allá de lo que se haya dicho sobre Podemos, creo que lo que hemos demostrado es que somos gente bastante normal, competente, que hacemos las cosas con bastante criterio y en algunos casos con más imaginación que los que lo han estado haciendo hasta ahora.
Siempre pongo el ejemplo de Balbina, mi vecina de noventa y pico años, que cuando se esteró de que estaba en Podemos me preguntó “¿está usted en Podemos? Y le dije que sí y dijo “entonces no tienen que ser tan malos como dicen, porque yo a usted le conozco desde hace más de veinte años”.
¿Seguís pensando que las campañas tienen que ser más de propuestas que de desprestigio?
Cuando pienso en las campañas electorales, creo que se hacen durante los cuatro años de legislatura y lo que la gente tiene que poder evaluar es qué has estado haciendo estés en el gobierno o en la oposición. La campaña es el colofón donde haces ese balance y además dices hacia qué me proyecto.
Creo que vale la pena seguir haciendo campañas si son propositivas y si además hay algo de novedad, porque para seguir diciendo lo mismo siempre o para seguir tirándole los trastos a la cabeza al adversario político, yo creo que la gente está un poco cansada de la teatralización de la política.
¿Las aspiraciones entonces en Talavera pasan por ser alcalde?
Toca cogobernar, porque no va a haber mayorías absolutas, va a tocar elegir pareja de baile. Nuestra opción dentro de las diferencias está muy clara, con el Partido Socialista podemos tener más cosas en común. Le ha sentado muy bien a Castilla-La Mancha y le puede sentar muy bien a Talavera.
La campaña en 3D, ¿por qué?
No solo queremos hacer algo distinto, sino queremos hacer una política en varias dimensiones. Apostamos por Castilla-La Mancha en todas sus dimensiones, qué mejor que una tridimensionalidad en lugar de una cosa demasiado plana y habitual.
Creo que los mensajes que estamos poniendo encima de la mesa, tanto en el fondo como en la forma, tienen diferencias.
Nos queda esperar al 26 y que ojalá la ciudadanía siga confiando en que es mejor para Castilla-La Mancha seguir mirando hacia delante porque algunas ofertas que estoy escuchando, no es que me suenen a blanco y negro, es que a veces no me entran en la cabeza, ni siquiera a mis abuelos les he escuchado hablar de esas cosas.