Si hacemos caso a las encuestas, con ese 40% de indecisos más las ‘mentiras’ que se suelen dar en los muestreos por parte de los encuestados, nada está claro a estas alturas.
Si usted está leyendo estas líneas antes de que comience la jornada electoral es muy probable que ande con el lío en la cabeza sobre la papeleta a meter en el sobre que después tendrá que introducir en la urna correspondiente.
Pensemos en voz alta, por un momento, y reflexionemos sobre las opciones que nos ofrecen los partidos políticos que concurren a estas elecciones, sobre todo a la vista del debate de ida y vuelta que pudimos observar en TVE y Antena3 a principios de semana.
Es posible que coincidan conmigo al pensar que Albert Rivera se mostró demasiado histriónico arreando zascas a todo lo que se movía, aunque eso le sirvió para desmarcar a su ‘oponente’ más directo en el nicho central, un Pablo Casado que ya dispara con los ojos cerrados y al que la munición se le moja día a día.
Mientras, Pablo Iglesias se disfrazó de San Antón en un intento de ‘aplacar a las fieras’ y dar la sensación de hombre tranquilo y sosegado en contraposición al revolucionario de años atrás. Esto de ser padre te hace mirar la realidad de otra manera.
Finalmente, Pedro Sánchez se quedó a esperar el pim, pam, pum de sus compañeros de atril sin despeinarse demasiado pero, eso sí, dando sensación de no haberse preparado demasiado los argumentos de réplica.
Ah bueno, que me faltaba el ‘ausente’ –Santiago Abascal– que se libró de ser desnudado por todos si hubiera podido acudir a la cita que le negó la Junta Electoral. Ya trascendió, por descuido de sus acólitos, que más habría perdido asistiendo.
Hasta aquí las suposiciones del 28A, pero si su lectura es posterior a esa fecha las cosas cambian. Entre otras, porque ya sabremos el resultado de las generales pero... ¿y si estas percepciones sobre los candidatos las trasladamos a nuestros terruños? Cambia la cosa y mucho, porque las vicisitudes que está haciéndonos vivir el todavía primer edil talaverano Jaime Ramos se distancian mucho de lo que vimos por la televisión.
La soberbia del, de nuevo, alcaldable se acerca mucho a los postulados de VOX, con los que dicen que ya ha entablado conversaciones para asegurarse una posible coalición de cara a mantenerse en el cargo cuatro años más... y eso que dentro de su Partido le miran ya de reojo.
Vote libremente, querido lector, pero recuerde que los extremos son malos compañeros de viaje.