No será un muro ni un mural cerámico como los que están repartidos por la ciudad, aunque guarda relación: el muro que se está construyendo junto a la muralla en la confluencia de la Ronda del Cañillo con la calle Carnicerías y que tanta polémica ha generado es un ‘letrero’ con el nombre de Talavera.
Tras las críticas generadas por la obra , tanto en redes sociales como por el PSOE, el elemento arquitectónico muro de un metro de alto por 10 metros de largo y 10 metros de ancho, que estará coronado con letras de ‘Talavera’, y que está realizando el taller de cerámica San Ginés, en los colores tradicionales de la ciudad. La infraestructura contará, además, con un pequeño banco. Así lo explicado a la cadena Cope, la portavoz del Gobierno municipal, María Rodríguez.
Así, el 'cartel cerámico' parece ser que nace con una vocación inequívoca de convertirse en el 'territorio selfi' de la ciudad.
Rodríguez ha explicado que el fin del muro con las letras es dar “visibilidad” a esta parte de la ciudad y no restarla como se ha comentado. La portavoz y concejala de Urbanismo también ha lamentado las críticas que el PSOE ha vertido contra esta iniciativa.
SIN INFORMAR AL PLAN DE LA VILLA
Hay que recordar que el portavoz socialista, José Gutiérrez, pidió la paralización porque la obra no ha pasado por ningún órgano de control como la Comisión de Patrimonio o del Plan de la Villa. A este respecto, la concejala ha dicho que se dará se dará conocimiento en la próxima reunión del Plan de la Villa.
En cualquier caso, queda claro que tal y como afirmó Gutiérrez: “Lo grave es que estas obras no han pasado por ninguna comisión, ni por supuesto por el Plan de la Villa, que se ha reunido esta semana, y que se supone tiene que estar enterado de cualquier actuación, por mínima que sea, que se realice en el Casco, más aún tras la declaración como conjunto histórico”.