NACIONAL

Este sábado se repone al culto la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno tras una exhaustiva intervención para su conservación

David Martínez | Viernes 08 de marzo de 2019
La imagen procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Viernes Santo talaverano regresa este sábado, 9 de marzo, a la Iglesia de Santiago Apóstol tras cerca de un año en el taller del escultor, imaginero y restaurador Manuel Ángel Fernández Escobar, encargado de llevar a cabo el proyecto de restauración de esta gran devoción local.

Nuestro Padre Jesús Nazareno se repone al culto a las 10:00 horas, cuando la Iglesia de Santiago Apóstol abra sus puertas. Los fieles podrán reencontrarse con Nuestro Padre tras una exhaustiva intervención que desde un primer momento ha perseguido de manera firme un objetivo: la conservación de la escultura datada a finales del siglo XVIII, dado su deterioro, tanto por el paso del tiempo, como por intervenciones anteriores a las que fue sometida en los años 80.

Durante toda la jornada, la imagen permanecerá expuesta a los fieles y al público, mientras que a las 19:30 horas la Real Hermandad de Socorro de Nuestro Padre Jesús Nazareno celebrará la eucaristía en acción de gracias, seguida del concierto de la Agrupación Musical ‘Nuestro Padre Jesús Nazareno’ y el estreno de la marcha ‘El regreso’, compuesta para este día por el director musical de la agrupación, Daniel López.

Asimismo, durante el domingo, 10 de marzo, Nuestro Padre Jesús Nazareno permanecerá en besapie extraordinario en la Iglesia de Santiago Apóstol, de manera ininterrumpida a excepción de los horarios de celebración de la liturgia y a mediodía.

NUEVA TÚNICA

El proyecto de restauración de Nuestro Padre Jesús Nazareno ha conservado fidedignamente el rostro y busto del Señor, así como sus manos, ambas piezas datadas a finales del siglo XVIII y adaptadas a una nueva túnica tallada en madera de cedro, tras el estudio pormenorizado de la anatomía y dinamismo primitivo de la imagen. Esta túnica escultórica sustituye a la anterior, deteriorada por el paso de los siglos y descontextualizada por intervenciones anteriores bajo criterios no acertados y cuestionables.

La policromía de la nueva túnica consiste en un laborioso estofado de la escultura conforme a las técnicas de antaño, del Barroco, con base de pan de oro, óleos y pigmentos. Esta fase del proyecto ha perseguido en todo momento mantener la concepción original de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que no es otra que una imagen procesional de talla completa, es decir, una brillante escultura devocional.

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