Alberto Retana, director de La Voz del Tajo
Alberto Retana | Viernes 08 de marzo de 2019
Corría el año 1009 de nuestra era y estalló una guerra civil en España, fruto de la desintegración del califato de Córdoba. A partir de ahí, la Península Ibérica adoptó una división político-administrativa denominada reino taifas o conjunto de pequeños estados.
Me ha venido a la memoria esta época de nuestro país a la vista de lo que ocurre en el seno del Partido Socialista Obrero Español. Cierto es que la situación política ocurrida hace más de mil años fue provocada por la muerte del último caudillo amirí Abd al-Malik al-Muzaffar y el derrocamiento del último califa omeya Hisham III, algo que nos queda muy lejos pero en algo se parece a lo que viven los militantes del partido de la rosa.
Si lo analizan, Pedro Sánchez (que resucitó desde sus propias cenizas) y ha conseguido llegar a ser Presidente del Gobierno pero eso no ha cambiado, o al menos lo parece, el sistema participativo que siempre ha defendido el PSOE de este país. Entre los socialistas siempre ha habido opiniones encontradas o discordantes respecto a multitud de asuntos que desembocaban en diálogos e intercambio de argumentos. Se huía siempre del ‘pensamiento único’ o al menos eso se trasladaba a la opinión pública.
De un tiempo a esta parte, las diferencias de muchos dirigentes regionales con la dirección nacional se ha podido palpar por un gran número de asuntos o, quizá, por las pugnas de poder que protagonizaron, concretamente el propio Sánchez y la andaluza Susana Díaz. Hasta ahí, todos informados.
Igualmente, las opiniones de presidentes autonómicos como el castellano-manchego García-Page (a cuenta de los independentistas o el trasvase) o el valenciano Ximo Puig (convocando las elecciones cuando mejor le ha parecido) han sembrado cierta distancia entre el secretario general nacional y ellos.
Así, desde esta tierra nuestra Page y los suyos pueden oponerse a los trasvases –incluso denunciarlos en el Juzgado– oponiéndose a sus compañeros de filas de Madrid.
Mientras, aún echo de menos que esas mismas posturas, defendiendo las necesidades (hídricas, por ejemplo) de Castilla-La Mancha, se hagan públicas por parte de dirigentes del PP como su primer espada, Francisco Núñez, en contra de sus ‘mayores’. No busquen que no lo encontrarán. El telón de acero que reviste a las prietas filas del PP es infranqueable y parecen tener tatuada a sangre y fuego aquella frase de Alfonso Guerra que rezaba “el que se mueve, no sale en la foto” de los años 80.
En fin, con todo el sentimiento identitario que se respira por zonas como Talavera, el que quien tienes cerca defienda lo suyo en contra de los más lejanos, a veces de agradece, aunque podía hacerlo más veces. A los demás, aún les esperamos que empiecen, porque casi siempre nos damos cuenta que ‘ni están, ni se les espera’.
En ese mismo sentido, sólo unas palabras para celebrar la información que les ofrecemos esta semana y que no es sino la llegada efectiva de los estudios de Ingeniería Informática a la Ciudad de la Cerámica, ya que el próximo 17 de marzo se realizará una jornada de puertas abiertas para proporcionar información y el 5 de abril la presentación oficial del Grado.
Hechos son amores...
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