Para que no se lo tomen por donde no es, empezaré citando las definiciones de las dos palabras (quizá) más chocantes del titular que encabeza este texto.
DESIDIA. nombre femenino.
Falta de ganas, de interés o de cuidado al hacer una cosa.
INDIGNO,INDIGNA. adjetivo.
1. Que no es merecedor de la cosa que se expresa.
2. Que no se corresponde, no está en consonancia o no guarda proporción con las cualidades o méritos de cierta persona o cosa.
A la vista de lo ocurrido esta semana con el Matadero Municipal de Talavera de la Reina, con una clausura por deficiencias (tras gran cantidad de avisos previos), el Ayuntamiento cerámico –propietario de las instalaciones y de la concesión a Gypisa–...
¡NO SABE NADA!
Qué acierto aquel del expresidente Mariano Rajoy: ¡VIVA EL VINO!
Fíjense. La concesión se llevó a cabo en el año 2001 y la empresa que lo explota (o explotaba) debía abonar al Consistorio un canon económico que –en el Ayuntamiento– nadie sabe si se ha pagado o no. Al menos eso es lo que ha dicho en las (malditas) redes sociales el concejal de Economía y Hacienda, Arturo Castillo Pinero.
¡MÁS MADERA!
A la vez, el asunto está llevándolo (¡oh sorpresa!) la concejala delegada de Urbanismo y también anda recabando información porque no les “ha llegado ninguna notificación”. Mujer... si el otro día estuvo el señor alcalde haciéndose fotos en las remodeladas instalaciones de Mercatalavera, puerta con puerta con el Matadero. Si hubiera dado un pasito pa’lante podía haberse interesado por la situación y habrían tenido noticia de primera mano y no por los medios de comunicación, que es como se han enterado.
Por eso, desidia e indignidad. ¿Pero en manos de quién estamos?
A partir de aquí, ya ladrarán los perros anónimos para intentar inculpar al mensajero.
Cambiamos de tercio, al nacional, porque la víspera del 14 de febrero, los nacionalistas le dieron el día de los enamorados a Pedro Sánchez... Ni contigo ni sin ti; Te quiero pero te odio; No eres tú, soy yo... En fin, el más flagrante ejemplo del perro del hortelano catalán.
Pero, juguemos a la política ficción.
Del amplio abanico de virtudes y defectos del presidente del Gobierno, hay una faceta que valoro y es su tenacidad y capacidad para la supervivencia, no en vano su más conocido libro (¿?) se titula ‘Manual de Resistencia’, por algo será.
Pero, echando un vistazo a las posibles salidas a esta difícil situación… ¿No cabría ahora aplicar el 155 en Cataluña? ¿Sería posible, con ello, aplacar los ánimos de PP, Ciudadanos y VOX? ¿Se afrontarían los comicios de mayo con una mejor perspectiva para el PSOE? ¿Cabría prorrogar los presupuestos del 18 para no hacer del 26 de mayo un superdomingo…? ¿Y a la vista de los resultados convocar generales para otoño?
Si visualizan este escenario podrán pensar que Sánchez es un equilibrista experimentado, que corre riesgos medidos y después se sacude los hombros mal que les pese a muchos. Si su estrategia se parece a la planteada, demostrará ser un tahúr del tapete que le ocupa. No me lo nieguen.
Pero, eso sí, recuerden que sólo es política ficción.