Era 1994 y El Consorcio triunfaba con esa canción, ‘El Chacachá del Tren’, que nos contaba cosas como éstas...
“A Lisboa en tren de lujo yo viajaba
y a mí lado muy galante un portugués
al momento un gran amor me declaraba
a mayor velocidad
que nos llevaba aquel exprés.
Al compás del chacachá
del chacachá del tren:
¡Que gusto da viajar
cuando se va en el tren!”
Desde luego, premonitorio no era el tema de los excomponentes de Mocedades, visto lo visto, aunque algún político se lo hizo mirar y en aquel abril de 2001, el popular Francisco Alvarez Cascos se pasó por Talavera y dijo que el AVE ya estaba en camino.
Ni corta ni perezosa, la candidata a la alcaldía de Talavera en 2003 –Carmen Riolobos– utilizó el AVE como enseña principal hasta para editar un video. Se quedó en nada.
Después llegó Zapatero con su famoso: “alcalde, ya he dado orden para...”, para nada tampoco. Porque ni se vieron máquinas ni algo que se le pareciera.
Posteriormente, de nuevo los ministros del PP Ana Pastor, con sus estudios interminables y sus firmas con Cospedal y Ramos, e Iñigo de la Serna, con su empecinamiento en cambiarnos el nombre por el de Talayuela, nos embaucaron de nuevo sin que aquí se haya vuelto a saber nada.
Y ahora es el turno del socialista José Luis Abalos, que se apena por que ocurre pero no termina de rematar la faena que le toca lidiar.
Desde luego, demasiada paciencia tenemos los talaveranos y los extremeños y seguir sufriendo las inclemencias por el desdén. Miren para acá, que ya es hora.
Esta zona occidental de España lo necesita de verdad.