Redacción La Voz del Tajo | Viernes 07 de diciembre de 2018
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en común los objetivos de varias consejerías implicadas para elaborar el ‘Libro Blanco’ previo a la Estrategia Regional de la Bicicleta, tal y como ha señalado el director general de Planificación Territorial y Sostenibilidad, Javier Barrado. El resto de integrantes de la Mesa de Trabajo interadministrativa han sido la Consejería de Economía, Empresas y Empleo, la Dirección General de Relaciones Institucionales y Asuntos Europeos, la Viceconsejería de Medio Ambiente y las direcciones generales de la Consejería de Fomento.
El objetivo ha sido “poner sobre la mesa todas aquellas acciones que desde las distintas áreas técnicas se puedan estar llevando a cabo, directa o indirectamente, de cara a fomentar el uso de la bicicleta, así como identificar las potenciales líneas de acción a poner en marcha”, de manera coordinada y bien planificada, ha añadido Barrado. Todo ello quedará recogido en el ‘Libro Blanco’ y en la posterior Estrategia Regional.
El ‘Libro Blanco’ es un itinerario para la política de movilidad ciclista que pretende seguir la región en los próximos años, que la Dirección General de Planificación Territorial y Sostenibilidad de la Consejería de Fomento ha puesto en marcha teniendo en cuenta que la bicicleta está siendo incorporada en los últimos años a las agendas sociales y políticas como medio de transporte urbano y periurbano, de la mano de conceptos como la movilidad sostenible y, también, de la necesidad de actuar para mejorar la calidad ambiental de los núcleos urbanos. Del mismo modo, entra en las finalidades la de promover estilos de vida saludables y frenar las emisiones de gases de efecto invernadero, en la línea de mitigación del cambio climático.
Como consecuencia de esa incorporación, las administraciones públicas están llevando a cabo esfuerzos de reflexión, planificación e inversión en toda una amplia gama de medidas que favorecen la movilidad de la bicicleta en las áreas urbanas y periurbanas en los desplazamientos cotidianos, más allá de la práctica deportiva y de ocio a la que se suele asociar el uso de este medio de transporte.
TRASNPORTE VERDE
En el año 2015, los ministerios de Transporte de los países miembro de la Unión Europea adoptaron la declaración de la bicicleta como Modo de Transporte Amigable Climáticamente, haciendo un llamamiento a la Comisión Europea, a los Estados miembro y a los Gobiernos regionales y locales a realizar una serie de acciones en coherencia con las cualidades de la bicicleta para las políticas de sostenibilidad y cambio climático.
En este sentido, la Comisión Europea está reforzando la importancia de la movilidad ciclista en distintos programas europeos, como CIVITAS, que vela por la implementación de modalidades de transporte más sostenibles. Del mismo modo, la bicicleta cobra cada vez mayor protagonismo en las estadísticas oficiales, en las políticas de seguridad vial y salud o los programas europeos, y así se ve reflejado a través de la aportación de fondos europeos para la ejecución de infraestructuras ciclistas. Se constata, un fuerte compromiso de la UE con el renacimiento de la bicicleta, así como la necesidad de que todos los niveles de la administración actúen.
Así, por ejemplo, ya son varios los países donde destacan planes dirigidos a esta política, como el Plan Wallonia Cyclable de esta zona de Bélgica, o el Plan Nacional de la Bicicleta 2020 de Alemania.
En España, destaca el proceso de elaboración del Plan Estratégico Estatal de la Bicicleta, promovido por la Dirección General de Tráfico, que según el cronograma previsto se aprobará por el Consejo de Ministros en la primavera de 2019. En paralelo, y hasta que se defina este plan nacional, algunas comunidades autónomas y diputaciones han adoptado políticas públicas de la bicicleta, como el Plan Territorial de Vías Ciclistas y Estrategia de la Bicicleta de la provincia de Guipúzcoa, el Plan Estratégico de la Bicicleta 2008-2012 de Cataluña o el Plan Andaluz de la Bicicleta 2014-2020.
MOVILIDAD CICLISTA
El Gobierno de Castilla-La Mancha tiene la intención de incorporarse también a este panorama nacional e internacional de impulso de la movilidad ciclista, “una apuesta coherente y que se inserta, necesariamente, en el marco de lucha contra el cambio climático, el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 y, en general, con las políticas de sostenibilidad urbana como la Agenda Urbana Europea”, ha reconocido Barrado.
En este sentido, la Consejería de Fomento, a través de la Dirección General de Planificación Territorial y Sostenibilidad, ha comenzado los trabajos para la definición del ‘Libro Blanco’ para el fomento de la bicicleta en Castilla-La Mancha, a través del cual se pretende “sentar las bases que sirvan para el posterior desarrollo de una Estrategia Regional de la Bicicleta y su correspondiente Plan de Acción para la normalización de este medio de transporte, especialmente en los núcleos y aglomeraciones de carácter más urbano, ofreciendo un diagnóstico de carácter general sobre la materia y estableciendo un marco de referencia que compile toda la información necesaria para constituir el punto de partida de esas posteriores políticas públicas de fomento de la bicicleta como medio de transporte y no solo de ocio o deportivo”.
La importancia de una política pública destinada a mejorar las condiciones para el uso de la bicicleta se deriva de las múltiples ventajas sociales, ambientales y económicas que aporta este medio de transporte, como mejora la calidad del aire en los núcleos urbanos, pacificación general del tráfico en las urbes y, por tanto, aporta mayor seguridad vial, estilo de vida más saludable de la ciudadanía o posibilita la aparición de pequeñas empresas relacionadas con la bicicleta.
“Numerosos estudios han demostrado que, en la ciudad, para distancias inferiores a 10 kilómetros, moverse en bicicleta es más eficaz y rápido que hacerlo en coche”, ha explicado el director general, al tiempo que ha manifestado que “montar en bicicleta de forma habitual reduce hasta en un 18 por ciento las probabilidades de sufrir patologías del corazón”. Los expertos también apuntan a que las personas que se mueven a pie o en bici por los núcleos urbanos gastan un 40 por ciento más de media en el comercio local que las personas que se mueven en coche, reactivando de este modo y manteniendo el pulso del dinamismo económico interno de las ciudades.
El próximo 13 de diciembre, ha avanzado Barrado, se realizará la primera mesa de trabajo con los agentes sociales. En ella se hará partícipe del proceso a las distintas partes de la región implicadas en la bicicleta, como el sector empresarial, los colegios profesionales (arquitectos o ingenieros de caminos), Universidad, sindicatos, asociaciones vecinales o colectivos deportivos.
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