Todo empieza a oler peor del tufo que ya daba hace semanas, cuando este periódico destapó un asunto, el del servicio de cloro al Ayuntamiento de Talavera, que no termina de aclararse y que, con el informe del secretario municipal –Antonio López Abarca– por medio, enmaraña aún más el asunto. En ese documento, el responsable jurídico municipal dice una cosa y la contraria. Primero dice que hay prohibición de contratar por parte del Ayuntamiento de Talavera con la empresa DROJU S.A. porque existe consanguinidad con la persona de Santiago Serrano Godoy, el cual pertenece a los órganos de decisión y contratación. Y, después, asegura que todo ha sido legal, cuando resulta que se ha contratado. Señor secretario, no soy muy experto en leyes pero si son peras, son peras y sin son manzanas, manzanas.
Para postre de este lío, el señor alcalde de Talavera, don Jaime Ramos, se parapeta tras su sillón noble para dilatar la publicación de los documentos, facturas y expedientes que arrojen luz a tal asunto demostrando, una vez más, el oscurantismo con el que habitualmente se hacen las cosas en este consistorio. Además, la empresa renuncia, el Ayuntamiento resuelve el contrato y dice que pedirá responsabilidades de la misma, el concejal afectado no sabe si decir que estuvo, que se fue, que llegó o que se marchaba de las juntas de gobierno en las que se decidía todo. Vamos, que el camarote de los hermanos Marx estaba más organizado que todo esto.
Y ya si miramos al futuro y pensamos en los candidatables. No se pierdan el reportaje que hemos preparado en el que muchos nombres les sonarán... o no.
Menos mal que la Constitución ha aguantado 40 años, al menos.