Lo de esta chica es para hacérselo mirar. Un día dice una cosa, convencida al 100% de ello, y al día siguiente lo contrario.
Para los que seguimos enamorados de la lectura en papel, a pesar de las innovadoras fórmulas tecnológicas que nos facilitan el acceso al apreciado arte de la literatura, eso se llama oxímoron. Cierto es que el ‘palabro’ procedente del griego no es muy común en nuestro devenir conversacional pero en lo que respecta al maravilloso mundo de la retórica es de los más utilizados.
No significa otra cosa que “Combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, como en un silencio atronador”. Algo así como las comparecencias de la portavoz del Ayuntamiento de Talavera de la Reina semana tras semana.
Hace, precisamente, pocos días aseguraba que “el equipo de Gobierno ha hecho posible que haya casi dos millones de metros cuadrados de suelo industrial disponible” instando (aunque con su habitual y desafiante lenguaje) a que el gobierno regional instalara empresas en la Ciudad de la Cerámica (como si el ejecutivo fuera el instigador del mecanismo empresarial) para esta misma semana decir lo contrario: que el presidente regional se comprometió a facilitar a Talavera la habilitación de dos millones de metros cuadrados de suelo industrial, de tal forma que se posibilite la llegada de grandes empresas a la ciudad.
¿En qué quedamos, en que el Ayuntamiento posibilita los dos millones o que se los tiene que facilitar la Junta?
Para que ustedes entiendan el oxímoron les expondré algunos ejemplos. Las palabras de Rodríguez son como ese silencio atronador, ese viaje a ninguna parte que se basa en un libro vacío, ese sí pero no, siempre centradas en la realidad virtual, con la baja altitud de quien se cree un acorazado de bolsillo sin reparar que sus carencias son un secreto a voces.
Claro que tampoco sorprende su actuar porque se parece más a otra figura retórica denominada Pleonasmo (construcción que consiste en añadir enfáticamente a una frase más palabras de la necesarias para su comprensión con el fin de embellecer o añadir expresividad a lo que se dice). Algo así como bajar abajo o subir arriba sin que haya antecedentes previos sin reparar en que la base fundamental de sus razonamientos se bifurque en dos ideas contradictorias. Vamos que nunca se sabe si Rodríguez nos llevará a una conclusión final, nos hará deambular sin rumbo o querrá seguir siendo la protagonista principal de la historia.
En ese sentido, suenan ya muchos nombres de cara a encabezar las candidaturas de los partidos políticos que aspiran a obtener representación municipal en los próximos comicios locales de mayo. Muchas son las quinielas pero algunas ‘caritas’ comienzan a entrenar sonrisa para salir bien en la foto. No se despisten porque en unos días puede haber sorpresas o, ¿quién sabe?, alguna alarma familiar que retire a ese mirlo blanco de las mieles candidatables.