OPINIÓN

Ilustres del talaveranismo

Emilio Jiménez

Redacción La Voz del Tajo | Miércoles 23 de abril de 2014
Desde hace tiempo vengo demandando, aunque sin éxito, que calles, plazas y recintos culturales y deportivos que cuenta con una nominación que denota falta de inteligencia y gusto reciban el nombre de aquellos que marcaron época en la ciudad y siempre llevaron en el corazón eso que han dado en llamar talaveranismo.

Aún sigo reclamando que ciertos nombres –como por ejemplo, los de Amalio Monzón o Javier García Verdugo- no aparezcan en las correspondientes placas para nominar algunas dependencias culturales o un recinto deportivo, respectivamente. Sí me salí con la mía en el caso de Bartolomé Nicolau y por fin una de las salas del Rafael Morales llevará el nombre de Enrique Ginestal, otro de los fundadores de La Voz de Talavera junto a Nicolau y al que muchos conocimos en su amplitud.

Hace algunos años se decidió que una de las salas de dicho centro cultural fuera nominada como un concejal tinerfeño que hizo ciertos guiños culturales, pero que estaba más identificado con el arte de la noche. No digo que fuera mala idea, y más con la relevancia que, aún no sé porqué, obtuvo por aquel entonces el hoy desaparecido; pero se dio este paso sabiendo que otros ciudadanos que lucharon por la cultura en esta Talavera de nuestros pecados habían cosechado más merecimientos para obtener esta pequeña gloria. Pero, eso sí, estaban menos de moda.

Pero esto es agua pasada y ahora hay que felicitarse porque parece que el Ayuntamiento quiere honrar a estos ilustres del talaveranismo y es fácil que muy pronto veamos en las bellas placas de cerámicas nombres como los ya citados Amalio Monzón y Javier García Verdugo u otros como Doña Encarna o María ‘La churrera’, por ejemplo.

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