Víctor Borreguero
Irene González Moreno | Miércoles 23 de abril de 2014
¿Una película? Nunca lo sabremos pero parece que sí. Estamos viendo una película. Es imposible tanta cutrez y tanta discordancia.
El cine es la técnica de proyectar fotogramas de forma rápida y sucesiva para crear la impresión de movimiento. Estamos viendo una película. Imposible tanta rapidez de movimientos sin partirnos el espinazo.
Cuando los hermanos Lumière proyectaron públicamente la salida de obreros de una fábrica francesa en Lyon, la demolición de un muro, la llegada de un tren y un barco saliendo del puerto, nos metieron en un callejón sin salida. 28 de diciembre de 1895. El día de los Inocentes.
Lo que nos está pasando hoy en España es de película. Más de cinco millones de parados. La economía patas arriba. La confianza en el sistema, por los suelos. Los mandamases jugando a líderes y la Oposición en la UVI. El pueblo, dividido entre la Noria y el Sálvame. Mouriño versus Guardiola. Felipe con Rubalcaba para taparse las vergüenzas. Barreda con la Chacón jugando al Monopoly… ¿Cine Independiente, de Animación, Documental, Experimental…? Cine de Autor. El director, en su papel preponderante en la toma de todas las decisiones. La puesta en escena, como si Hollywood en el sur de Europa… No puede ser fruto de la casualidad. Detrás, ha de haber un guión y un director. Se nota en la secuencia continua de fotografías inconexas, bien elegidas para mostrar el movimiento sin interrupciones.
El cine suele tener caracteres fuertes, constantes durante toda la película y argumento con final feliz. ¿Cómo saber si lo nuestro acabará en el vivieron felices y comieron perdices?
Estamos en un mundo tan singular, que el vivir solo es soñar, y la experiencia me enseña que el hombre que vive, sueña lo que es, hasta despertar... Calderón no sabía de películas en formato de pantalla ancha. ¡Inocente!