Quiero creer que lo sucedido esta semana en el salón de Plenos del Ayuntamiento de Talavera no es la hoja de ruta del nuevo Partido Popular, del resultante de la renovación en la dirección nacional y regional de los populares. Quiero creerlo, pero mucho me temo que esto no es un episodio aislado, que es uno más de los que ya hemos conocido, y de los que vendrán.
Atacar gratuitamente al portavoz de la oposición no es explicar o debatir el estado de la ciudad. Y hacerlo cuando ya no hay posibilidad de réplica, es directamente un ejercicio de juego sucio, de abuso de poder, de falta de lealtad institucional y de respeto a los ciudadanos representados en la Corporación Municipal por uno u otro grupo político.
Me consta que no todos los populares, incluido alguno muy notable, han aplaudido la actuación estelar del alcalde. Es más, no creen que la línea adecuada sea sustituir el respeto por el insulto y la descalificación.
Pero también tengo la triste certeza, y a los hechos me remito, de que esto va a ser así en adelante, porque este es el nuevo PP.
Es el PP que ha premiado con una Vicesecretaría de Comunicación en su Ejecutiva Regional al presidente del Partido en Talavera, que mantiene y honra al difamador, también responsable de comunicación a nivel local, que amparándose en un pseudónimo (porque son nuevos, pero no por ello más valientes), han pretendido sembrar dudas sobre el Gobierno Regional, en este caso en mi persona, seguramente, y con su cortedad de miras, para matar dos pájaros de un tiro, como consejera y como talaverana.
El nuevo PP ha traspasado todas las líneas; lo ha hecho la ex-ministra Montserrat, mezclando etarras con prostitutas y no sé cuantas cosas más, y otra ex, mandando directamente al pelotón de los tontos a los niños andaluces, por la única razón de que gobierna una socialista en esa comunidad. Y no hablo ya del líder, haciéndose campaña en Europa sin pararse a pensar en lealtad institucional, en respeto al Gobierno de su país.
Pues tengan todos ellos la seguridad de que no se van a encontrar, ni de lejos, los mismos comportamientos ni las mismas actuaciones en ningún cargo público ni ningún militante del PSOE. Porque no somos así. Porque nos renovamos, pero seguimos siendo leales y respetuosos. Porque preferimos vender gestión a comprar falsedades para difundirlas.
Y porque lo nuestro es trabajar por los ciudadanos, no pensar en cómo destruir al de enfrente.