REGIÓN

Cerca del 25% de las consultas de aparato gigestivo se deben al Síndrome del Intestino Irritable

21 de octubre, Día Nacional del Síndrome del Intestino Irritable

Expertos en motilidad digestiva elaboran un decálogo con los principales mitos sobre el Síndrome del Intestino Irritable. El SII afecta más a mujeres de entre 20 y 40 años

Redacción La Voz del Tajo | Jueves 18 de octubre de 2018
Entre el 16 y el 25% de las consultas de Aparato Digestivo están relacionadas con el Síndrome del Intestino Irritable (SII), un trastorno que afecta a un entre el 6 y el 8% de la población, sobre todo mujeres de entre 20 y 40 años. Son datos recopilados por el Grupo Español de Motilidad Digestiva (GEMD) que, junto a #FFPaciente, un año más conmemoran el Día Nacional del Síndrome del Intestino Irritable que se celebra el 21 de octubre, y recuerdan la importancia de consultar con el especialista y no creer en las falsas creencias que circulan por Internet sobre este trastorno. Por ello, en colaboración con la iniciativa #SaludsinBulos y los Laboratorios Norgine, han elaborado un decálogo con los principales mitos que rodean a esta patología y difundirán mensajes en redes sociales en los que desmontarán estas falsas creencias con el hashtag #ViviendoConSII.

El Síndrome del Intestino Irritable es un trastorno funcional crónico del tubo digestivo muy frecuente en la población. “Por lo general, es una enfermedad que altera mucho la calidad de vida pues no debemos olvidar que es una causa frecuente de absentismo laboral, y que afecta a las relaciones sociales, físicas y familiares”, asegura la doctora Silvia Gómez Senent, responsable de la Unidad de Trastornos Funcionales Digestivos del Hospital La Paz y miembro del GEMD. Así, un estudio reciente publicado en The American Journal of Gastroenterology confirma que uno de cada cuatro pacientes con SII se ausenta en el trabajo y que la gravedad de los síntomas, la fatiga y los factores psicológicos influyen en la capacidad de los pacientes para estar presentes, activos y productivos en el trabajo.

Otra investigación publicada en International Journal of Biological Sciences muestra que los pacientes con SII tienen síntomas depresivos más frecuentes y graves que los pacientes sanos. “Las personas con SII tienen más ansiedad como consecuencia de los síntomas no controlados que afectan a su calidad de vida”, indica la doctora Gómez Senent. Todo ello condiciona mucho su día a día, “por eso es importante explicarles lo máximo posible en la primera consulta, resolver las dudas y, sobre todo, desmontar los mitos y bulos que existen sobre esta patología”, añade.

De hecho, uno de los bulos más extendidos en torno al SII es que es una enfermedad con origen psicosomático o nervioso. “El estrés puede ser uno de los factores que influyan en la persona que sufre SII. Sin embargo, no es el único, por lo tanto en el abordaje de esta patología no basta solo con reducir el nivel de estrés, sino que hay que prestar atención a otros factores”, advierte. Por ello, insiste en que lo mejor es acudir a un profesional experto que determine el origen del problema y el mejor tratamiento para disminuir los síntomas.

En el diagnóstico del SII “no son necesarias tantas pruebas, pues con una buena historia clínica y una analítica sencilla, se puede diagnosticar. Aunque a veces, si tenemos que recurrir a otras pruebas, como las colonoscopias”, comenta la doctora Gómez Senent.

FALSAS CREENCIAS Y BULOS DE INTERNET
Los pacientes con SII “vemos condicionada nuestra vida diaria. No es una enfermedad fácil de llevar, pues todos sabemos cuándo nos va a dar un brote, por lo que es importante seguir el tratamiento y tener el apoyo total del equipo médico”, asegura Pedro Soriano, presidente de #FFPaciente, enfermero y paciente de SII. Al igual que sucede con otras patologías crónicas, “el SII es un trastorno muy buscado en Internet, por lo que es importante acudir a información debidamente contrastada y no fiarnos de todo”, advierte. Algunas de las falsas creencias más extendidas tienen que ver con la alimentación. “Se habla de que determinados alimentos o recetas pueden ayudar a aliviarte o incluso curarte. Pero lo único que vale es que un profesional sanitario experto prescriba la mejor dieta a seguir en función del historial y los síntomas de cada uno”, subraya. Por ello, “lo fundamental es establecer una relación fluida y estrecha entre el médico y el paciente desde el principio, que permita hacer un seguimiento cercano de su enfermedad y escoger la mejor opción de tratamiento”, explica.

Otro de los mitos que existen es que el tratamiento es muy complicado. “Esto no es así, el tratamiento no es complicado, sino que debe ser personalizado para poder disminuir los síntomas más prevalentes en cada caso: dolor abdominal, estreñimiento, diarrea, etc. Además, exige una rutina para poder conseguir esa adherencia y mejorar la calidad de vida”, sostiene Soriano.

La doctora Gómez Senent coincide “en que el tratamiento debe ser individualizado, pues cada paciente tiene una historia clínica distinta y muchos de ellos tienen otras enfermedades asociadas. Por ello, además del tratamiento médico necesario, damos unas recomendaciones dietéticas, y en ocasiones pautas para gestionar el estrés”.

DECÁLOGO DE MITOS
Expertos en motilidad digestiva elaboran un decálogo para desmontar los principales mitos sobre el Síndrome del Intestino Irritable:

1. Tiene un origen psicosomático o nervioso: el estrés, la ansiedad o la depresión pueden ser factores de riesgo pueden contribuir al desarrollo de síntomas del Síndrome del Intestino Irritable.

2. Afecta solo a mujeres: no es verdad que solo afecte a las mujeres, sino que también afecta a hombres. Lo cierto es que es una patología que afecta en mayor medida a la población femenina, sobre todo entre los 20 y los 40 años.

3. Los pacientes que tienen SII no pueden consumir fibra: lo adecuado es moderar el consumo de fibra insoluble e incrementar el de fibra soluble (en forma de gomas, pectinas y mucílagos). En cualquier caso, lo mejor es consultar con el especialista en Aparato Digestivo lo más conveniente en cada caso.

4. Las personas con SII pueden desarrollar cáncer: los pacientes con SII tienen el mismo riesgo de desarrollar cáncer que la población general. El SII no evoluciona a enfermedades más graves.

5. Tomar café produce SII: tomar café no supone un riesgo para el desarrollo del SII. Lo que sucede con la cafeína y otras sustancias excitantes, como la teína o el alcohol, es que puede exacerbar los síntomas de aquellas personas que sufren esta patología.

6. No es una patología de importancia: el SII no es una enfermedad grave pero tiene un fuerte impacto en la calidad de vida de las personas que lo sufren. Puede afectar a las relaciones sociales, físicas y familiares, y es una causa frecuente de absentismo laboral, ansiedad y depresión.

7. Se necesitan muchas pruebas para su diagnóstico: en el diagnóstico del SII no es necesario realizar muchas pruebas. En la mayoría de las ocasiones el realizar una buena historia clínica y una analítica sencilla sirven para poder detectarlo. Aunque a veces, se puede necesitar realizar otras pruebas, como la colonoscopia.

8. Su tratamiento es muy complicado: el tratamiento del SII no es complicado. La adherencia al tratamiento es uno de los objetivos principales de las consultas de Motilidad Digestiva por lo que debe ser lo más individualizado y personalizado posible. De esta manera, se va a garantizar una mejora de los síntomas y, por tanto, de la calidad de vida.

9. El SII se puede curar con un tipo de dieta especial: el SII es una enfermedad crónica por lo que cualquier consejo o remedio que se presente como curativo será falso. La dieta es un factor que contribuye a alterar la función intestinal, y esto es lo que contribuye a generar los síntomas propios de la enfermedad. La etiología del SII es multifactorial, por ello el aconsejar una dieta baja en grasas o estimulantes, entre otros, ayudará a mejorar los síntomas, pero no debe ser el único tratamiento, sino un complemento.

10. Todos los pacientes con SII tienen problemas psiquiátricos o psicológicos: aunque en la mayoría de los casos, el SII puede impactar de manera notable en la calidad de vida de los pacientes y provocar síntomas de ansiedad o depresión, no todos los pacientes son iguales y no todos sufren la enfermedad de igual manera.

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