Hay que ver con la que se montó aquella Nochebuena de 2016 a base de comunicados, posts en las redes sociales, declaraciones en los medios de comunicación (algunos nacionales) y muestras de presión hacia La Voz del Tajo a cuenta de la bronca en que se vio envuelto el concejal de Ganemos Talavera, Miguel Angel Sánchez Pérez.
Ahora resulta, casi dos años más tarde, que no se ha podido probar que las lesiones que supuestamente recibió el edil fueran tan graves como él se empeñó en intentar demostrar en contra del criterio del forense y, además, ese empecinamiento ha llevado a que la causa haya prescrito y haya sido archivada por el Juzgado.
Lo que resulta más extraño aún es que la vista en que se sentenció por parte del Magistrado del Juzgado Número 3 que no había lugar a nada más –y que se desestimaban las denuncias cruzadas por los protagonistas de ese supuesto altercado– se celebró el pasado 10 de julio (hace tres meses) y el concejal de Ganemos no ha dicho esta boca es mía cuando en las navidades de hace dos años le faltó tiempo para acudir a todo el que le quiso escuchar para poner el grito en el cielo. Ahora, ‘ni mu’. ¡Qué raro!
Todo será cuestión de preguntarse por qué y, también, por qué la asociación de la prensa local no dice nada, el Ayuntamiento tampoco y los demás correligionarios del político dan la callada por respuesta a la decisión judicial.
En fin, como lo de montar follón en los medios está de moda, nosotros preferimos contar la verdad de las cosas para que muchas máscaras se caigan por su propio peso y las caritas de más de uno (y de una) queden al descubierto como reza la canción de Izal, ‘Oro y Humo’.
Mientras, la ‘tourné’ del que será nuevo presidente del Partido Popular castellano-manchego sigue su marcha con algún que otro desbarre como el protagonizado por el propio Núñez al aseverar que “defiendo la gestión privada de la Sanidad”. ¡Toma ya! Tuvieron que salir corriendo sus responsables de comunicación a corregir y ampliar el sentido de sus palabras para que nadie las malinterpretara. Misión complicada cuando a uno le traiciona el subconsciente.
Esto de la comunicación en el PP comienza a ser un problema y, si no, que se lo digan a Javier Porras a quien, cada día me da más el tufo, ‘alguien’ le ha metido en un embolado y está pagando los platos rotos como mero cabeza de turco.
Quien debe tener cuidado con esa faceta comunicativa es ‘alguien’ como Santiago Serrano, que suena para un puesto de importancia en la ejecutiva regional de Paco Núñez. Sorpresas te da la vida y a veces antes de lo que esperas.