No sabe, no contesta. Esa ha sido la respuesta del PP talaverano a la información que publicaba La Voz del Tajo el pasado viernes sobre la confesión de Javier Porras Gómez a la Policía tras haber publicado falsedades sobre la consejera de Fomento escondido en un perfil falso de Facebook. Si ustedes esperaban otra cosa se equivocaban.
La táctica de Jaime Ramos y sus seguidores sigue siendo la misma desde hace más de siete años: ponerse de perfil en todo.
Lo cierto es que Porras no sólo forma parte de la junta local de Santiago Serrano, que fue quien lo eligió para que lo acompañara el pasado enero, sino que también está integrado (aún) en la lista electoral que propuso a los talaveranos quien rige los destinos de la Ciudad de la Cerámica, que no es otro que Jaime Alberto Ramos Torres. El número 14 de esa lista está ocupado por el que fuera concejal de deportes con Lago, primero, y con Ramos, después. Eso significa que si tres concejales de los once que salieron de las urnas dimiten o abandonan su escaño en el salón de plenos, Porras sería concejal y además se integraría en el equipo de gobierno.
En fin, para el PP calumniar y difamar parece ser gratis y ‘hacerse el tonto’ con temas tan serios como la mentira parece estar de moda entre las filas de su partido.
Lo que sí dejan claro es que son excelentes jugadores de mus porque el órdago que están echando a la consejera de Fomento debe estar respaldado por muchos reyes y pitos, como se acostumbra a decir en el argot de juego, porque siguen negando que exista denuncia alguna –si no la hubiera, la Policía no habría actuado– y me da la impresión que esperan un paso más de Agustina García para dirimir en el Juzgado lo que parece palmario, que Porras (presuntamente) calumnió y difamó a su paisana.
Otra cuestión es la desidia que también demuestran los dirigentes de nuestra querida ciudad con el mayor de los tesoros, la cerámica, y más concretamente con la que tenemos en la Basílica del Prado, que aún está tapada por un panel pintado y cuyos trabajos de reparación se llevarán a cabo para enero próximo, más de un año después que este periódico denunciara su estado. Curiosamente, aunque aquí ya no sorprende nada, los visitantes que acudan a Talavera para disfrutar de la exposición Atempora que muestra la historia de la cerámica en 6.000 años no podrán ver los frisos de la fachada del templo talaverano porque están cubiertos. También será culpa de los medios que ofrecemos la verdad a nuestros lectores, ¿verdad?
Aquí, por mucho que se traiga siempre tendremos a quien lo torpedee todo.