La riada de Cebolla ha dejado grandes desperfectos y mayores muestras de solidaridad en la localidad toledana.
La fuerte tormenta que asoló este fin de semana la zona, cuando celebraba el día grande de sus Fiestas Patronales, hizo que
el arroyo Sangüesa se desbordara anegando calles, locales y garajes, dejando un balance provisional que cifra entre 60 y 70 viviendas afectadas y
unos 20 vehículos arrastrados por el agua.
FARMACIA
Uno de los locales más afectados ha sido la farmacia del pueblo, en La Plazuela, que con cerca de cien años de antigüedad (en distintas localizaciones del municipio) ha quedado totalmente inservible. la fuerza del agua y barro rompió las lunas de la farmacia, para penetrar en tromba hasta el fondo, reduciendo su contenido a un amasijo de barro y escombros. La corriente de agua alcanzó los dos metros de alturas. Las marcas del barro son visibles en las paredes del establecimiento.
DAÑO INCALCULABLE
Este lunes era día de limpieza, una jornada (y las que quedan) para comenzar a contabilizar los daños, “incalculables por ahora”, cuenta a La Voz el Tajo una de las hijas de la propietaria. Tan solo la cajonera para dispensar los medicamentos está valorada en unos 50.000 euros, y los productos que en ese momento disponía el establecimiento rondan los 200.000 euros. Unas cantidades a las que hay que sumar el resto del mobiliario: recepción, almacén, baño... “Aunque ahora es imposible cifrar exactamente las pérdidas. Hay que esperar a la peritación y al seguro. Lo que está claro es que nos toca empezar desde cero”, recalca.
“VOLVER A EMPEZAR”
En este sentido, una de las responsables de la farmacia señala que, “ahora toca trabajar para levantar esto. Estamos intentando poner en marcha todo otra vez. Damos un servicio público al pueblo que es necesario, pero hay que darlo con todas las garantías”.
“SOLUCIONES”
Preguntada por las continuas riadas que ha sufrido Cebolla en los últimos años, la tercera vez en siete años que pasa algo así, la afectada pide soluciones para que esto no vuelva a suceder. “Cada vez que se desborda el arroyo de Sangüesa ocurre lo mismo”, afirma.
Cebollla, lamentablemente, está acostumbrada a este tipo de desastre, “aunque este ha sido muy gordo”, recalca. Sobre las soluciones al problema del arroyo señala que “hay que poner soluciones ya antes de que pase una desgracia más grande. Esto son daños materiales. No esperemos a que suceda algo irreparable”.
“
Me da igual el color político. Hay que poner soluciones ya. Y que las administraciones implicadas actúen para evitar otro caos como este o mucho peor”.
“SOLIDARIDAD”
“Quiero agradecer a los vecinos del pueblo por su ayuda. Como puedes ver la solidaridad es muy grande”, cuenta a la Voz del Tajo mientras un grupo de jóvenes recogen escombros y medicamentos inservibles del barro.
Como en todas las catástrofes, la solidaridad de los vecinos no tardó en aflorar. Entre todos, apoyados por brigadas de limpieza, intentan volver a la normalidad lo antes posible. Hay mucho trabajo por hacer.
AYUNTAMIENTO
Por su parte, alcaldesa de Cebolla, Silvia Díaz del Fresno, ha informado que la situación no es igual que otras veces pues hay "muchísimo más barro y ha habido más desperfectos en las viviendas”.
De hecho el Consistorio en un comunicado este fin de semana pidió voluntarios entre los vecinos para ayudar a limpiar la plaza del pueblo debido a la magnitud de los destrozos.
El Ayuntamiento ha abierto una oficina para que los vecinos afectados expongan sus desperfectos. En un balance provisional se habla de entre 60 y 70 viviendas afectadas y unos 20 vehículos arrastrados por el agua.
También ha informado que la localidad está estudiando la posibilidad de solicitar ayudas extraordinarias para cubrir los daños ocasionados por la riada.
Silvia Díaz también ha agradecido las muestras de apoyo recibidas tras la crecida y el ofrecimiento de ayuda por parte de las diferentes administraciones públicas.
Por último, Díaz ha vuelto a pedir a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) que tome medidas para evitar nuevas riadas.